El pasado 27 de abril Tomás Gimeno secuestró a sus hijas, Anna y Olivia, y las principales hipótesis apuntaban a que el padre de las pequeñas las había matado arrojándolas al mar, sin embargo, no había pruebas que demostraran dicha teoría. Semanas después, los investigadores hallaron el cadáver de Olivia, la mayor de las hermanas, enrollada en una bolsa en una fosa marina a 1.000 metros de profundidad y se confirmó que había fallecido por un edema pulmonar.
A pesar de la localización de la joven, Gimeno y su hija menor siguen desaparecidos y muchos comienzan a cuestionarse si será posible encontrar los cuerpos después de tanto tiempo en el mar y sin que el buque 'Ángeles Alvariño' haya dado con ellos.
Ante esta incógnita ha querido manifestarse hoy el jefe del robot submarino 'Liropus 2000', José Cubeiro, que lleva durante este mes encargado de la búsqueda. Se ha mostrado tajante y ha señalado que las posibilidades de triunfo son "cada vez menores". El equipo de rastreadores no pierde la esperanza y "continuarán con ello hasta que los técnicos digan 'basta'". No obstante, consideran que las labores que están desempeñando son muy duras debido a "la inmensidad del mar".
La "inmensidad" del mar hace compleja la búsqueda
El hallazgo de Olivia fue más sencillo porque la pequeña se encontraba dentro de una bolsa y amarrada a un ancla, pero en el caso de Anna es muy complicado porque la bolsa de menor tamaño que se localizó estaba abierta, lo que da a entender que el cadáver salió y podría estar en cualquier lugar debido a las corrientes marinas. "Recuperar un cuerpo tan pequeño sin señales es muy, muy complejo", apuntan.
Por lo que respecta a Tomás Gimeno, también es muy difícil encontrarlo a pesar de su tamaño. Este, supuestamente, se ataría a un cinturón de 8 kg para hundirse, pero las posibilidades siguen siendo "remotas".
La carta de Beatriz Zimmermann "les emocionó mucho"
Cubeiro ha destacado la importancia del robot 'Liropus 2000' que lleva trabajando sin descanso y prácticamente se encuentra "al borde del colapso", teniendo en cuenta la dureza del mar y la sal.
También ha querido dirigirse a Beatriz Zimmermann, cuando se cumple un mes desde que el 'Ángeles Alvariño' inició las labores de búsqueda de las pequeñas. Sobre la carta que ella envió a la tripulación del buque, ha recalcado que "les emocionó mucho" y que no esperaban tener que vivir lo que está sucediendo.