Desde la Dirección General de Tráfico han visto como los vehículos frenan antes de llegar al segundo paso de control del radar de tramo, por lo que recorren parte del recorrido a más velocidad o a veces se salen de la vía controlada. Por ello la DGT ha decidido implementar medidas que acaben con la picaresca.
Qué es un radar de tramo
Los tramos de carretera con velocidad controlada equipan cámaras de visión artificial. Situadas en ambos extremos del tramo. Los radares de tramo están operativos desde 2010, se instalan en autopistas, autovías y carreteras convencionales y pueden tener varios kilómetros de longitud.
Para hacer saber a los conductores que están cerca de un tramo de velocidad controlada, se señaliza con antelación con el panel correspondiente.
Según explica la DGT se trata de un sistema de cámaras que graban de forma continua, se identifica la matrícula de cada vehículo a la entrada y a la salida del tramo.
Un ordenador relaciona las matrículas iguales, comprueba las tiempos de paso y calcula la velocidad media del vehículo.
Si la velocidad media del trayecto supera el límite, se tramita la denuncia de la infracción.
Soluciones que propone la DGT
La DGT propone implementar dispositivos adicionales que sean capaces de verificar el cumplimiento de las normas en tiempo real.
Esto incluye la instalación de cámaras que capturan imágenes de los vehículos en diferentes momentos del trayecto. Así, si un conductor intenta hacer una maniobra para eludir el radar, será más fácil para la DGT identificar a los infractores.