A partir de este martes 11 de mayo entrarán en vigor en toda España los nuevos límites de velocidad para vías urbanas y travesías, aprobado el pasado noviembre por el Consejo de Ministros.
Así, según esta nueva normativa, los conductores no podrán superar los 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación. Además, tampoco contarán como vías de dos carriles aquellas en las que uno de ellos sea de uso exclusivo.
Aunque estos nuevos límites de velocidad en las ciudades no estarán vigentes hasta este martes, se llevan empleando desde septiembre en Bilbao, la primera ciudad del mundo con más de 300.000 habitantes en limitar a 30 la velocidad del tráfico rodado en todo su territorio.
Para orientar a los ciudadanos frente a esta nueva medida, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Federación Española de Municipios y Provincias han lanzado un manual en el que incluyen 32 situaciones y ejemplos reales que se pueden encontrar en las calles de las ciudades.
Reducir la siniestralidad en las ciudades
El objetivo, dicen desde la DGT, es reducir los accidentes de tráfico en las zonas urbanas y, especialmente, los fallecimientos por atropello. En 2019 crecieron un 6% los muertos en accidentes de tráfico en las ciudades, mientras que en las vías interurbanas cayeron un 6%. Además, el 82% de los fallecidos en ciudades en aquel año eran usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas y motoristas.
Según explica Tráfico, las zonas 30 pueden reducir un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello y las experiencias existentes en otras ciudades demuestran "el efecto positivo" sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40%.
De hecho, los datos de la DGT demuestran que si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo de fallecimiento es de un 10%, mientras que si la velocidad es a 50 km/h, se eleva hasta el 90%, por la distancia que se necesita para detener el vehículo a esas velocidades. Además, en caso de producirse estos accidentes, los atropellados y los conductores podrían tener un menor riesgo de sufrir heridas de gravedad con esta limitación.
Sobre esta reducción de la accidentalidad, Pere Navarro, director de Tráfico, justificaba esta nueva normativa asegurando que "cada vez tenemos más actores y se produce una interacción en las calles de nuestras ciudades. Esta interacción y con todos estos actores no es posible garantizar la seguridad a velocidades superiores a 30 kilómetros por hora no es posible".
Sanciones por los nuevos límites de velocidad
La infracción de esta normativa será considerada como una infracción grave o muy grave y podría suponer una multa de entre 100 y 600 euros y la pérdida de hasta seis puntos en el carnet de conducir en función de la velocidad de circulación.
Conforme a lo estipulado por la DGT, donde haya límite a 30, ir entre 31 y 50 km/h podría suponer una multa de 100 euros; una vez superados los 51 km/h, serán 300 euros y dos puntos del permiso. Además, circular entre 61 y 70 km/h supondrá 400 euros y cuatro puntos; y hacerlo entre 71 y 80 km/h acarreará una sanción de 500 euros y la pérdida de seis puntos. Al exceder en más de 50 km/h la velocidad permitida, la acción podría considerarse como una infracción muy grave, con una multa de 600 euros y la retirada de seis puntos del carnet.
Más seguridad, menos contaminación
Desde la DGT y el Ministerio del Interior aseguran que esta limitación de la velocidad también es un paso importante hacia la movilidad sostenible y la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, se verá afectada también la contaminación acústica que, admiten, podría disminuir el ruido del 33% al 6%.
Sin embargo, desde otros sectores apuntan a que esta norma podría suponer problemas para los conductores, especialmente en el cuidado del automóvil, porque ciertos elementos del coche pueden resentirse a largo plazo, como el embrague, por el hecho de tener que cambiar de marchas de forma constante, o incluso incrementar el consumo. Asimismo, recuerdan que no hay suficientes datos que demuestren la reducción de la contaminación, pues herramientas como el filtro de partículas, que se encarga rebajar las emisiones que producen, podrían no funcionar correctamente por la falta de una temperatura adecuada que, al circular a baja velocidad, tardará más en llegar.
En este contexto, Ponle Freno, la plataforma de seguridad vial de Atresmedia, ha lanzado una campaña de radio y televisión protagonizado por el editor de 'Antena 3 Noticias de la mañana', Manu Sánchez, para explicar las razones de esta medida puesta en marcha por la DGT. Y es que, a 30 kilómetros por hora el riesgo de muerte por atropello es cinco veces menor que a 50.