Asimismo, el estudio, publicado en 'Childhood Obesity', también reveló que los adolescentes con sobrepeso u obesos que son víctimas o perpetradores de acoso escolar, o ambos, tienen una probabilidad significativamente mayor de tener depresión, problemas de comportamiento y dificultad para hacer amigos.
Para llevar a cabo la investigación los autores primero compararon el comportamiento de acoso escolar entre adolescentes obesos y de peso saludable. El resultado fue que encontraron diferencias significativas para la victimización del acoso escolar, siendo ambos víctimas y perpetradores, sin embargo, no hubo una relación entre la obesidad y el hecho de ser un agresor solo.
Por ello, el segundo componente del estudio incluyó la comparación de adolescentes obesos que fueron víctimas, perpetradores o ambos y su probabilidad de experimentar problemas de conducta, depresión, discusión excesiva y dificultades para hacer amigos.
"Si bien esta claro que, como grupo, los obesos han estado más involucrados en el acoso escolar que otros grupos, no está claro en qué medida los obesos son víctimas de la intimidación", ha explicado el jefe de redacción de 'Obesity Childhood', Tom Baranowski. Esta muestra del estudio ha determinado que los obesos eran a la vez víctimas y perpetradores, por lo tanto, "los programas para los obesos deben abordar tanto la victimización como la perpetración", ha concluido.