Dormir es una actividad básica y fundamental en nuestra rutina. Un buen descanso es indispensable para nuestra salud, puesto que disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, fortalece el sistema inmunitario y previene la depresión, entre otros múltiples beneficios. Simultáneamente, mejora el estado de ánimo, así como la atención, la concentración y la productividad.
No obstante, cuando la calidad y la cantidad de sueño no es la adecuada, surgen diversos problemas, entre ellos, la aparición de ansiedad, el bajo rendimiento, la diabetes, el estrés, la obesidad…
Por ello, es importante aplicar hábitos que te ayuden a mejorar tu descanso. Para ello, la revista Forbes, con la ayuda de expertos, ha elaborado una lista con ocho consejos que te ayudarán a dormir mejor.
Bebe al menos cuatro vasos de agua diariamente
La hidratación, tanto de día como de noche, es fundamental para un buen funcionamiento de nuestro organismo. Asimismo, el agua que bebemos antes de acostarnos llega mejor a todas las partes del cuerpo, lo que hace que también se equilibre nuestro sistema hormonal.
Dale importancia a tu descanso
"El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor", explica a la publicación el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH, a los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El especialista añade que "la pérdida de sueño daña los niveles superiores de razonamiento, resolución de problemas y atención a los detalles", por lo que es importante priorizar el descanso y que este sea de ocho horas diarias.
Desconecta el teléfono una hora antes de dormir
Una de las rutinas de autocuidado más efectivas es la de apagar todos los dispositivos electrónicos antes de acostarse. Y es que, sustituir este hábito por otras actividades como leer un libro, aporta más beneficios que los que te puede provocar la luz azul de un móvil, la cual te puede crear estrés visual y fatiga. Al mismo tiempo, estar pendiente de mensajes y notificaciones hasta horas tardías dificulta un buen descanso.
Evita posponer la alarma
A pesar de que el '5 minutitos más' puede crear una satisfacción momentánea, también es efímera, puesto que despertarte tarde va a desencadenar que tengas que hacer tu rutina matinal deprisa y corriendo, algo que solo te causará nervios desde primera hora del día. Además, retrasar la alarma del despertador rompe bruscamente el ciclo del sueño, lo que no es nada recomendable para nuestro estado de ánimo.
Haz ejercicio al aire libre
Según la Sociedad Española de Sueño (SES), la exposición a la luz solar "ayuda a mantener un ritmo regular del ciclo sueño-vigilia, considerado uno de los pilares fundamentales de la salud". A su vez, la exposición al sol ayuda a segregar melatonina durante la noche, lo que favorece un descanso saludable.
Ejercita el cuerpo durante media hora al día
Poner nuestro cuerpo en funcionamiento permite liberar endorfinas, unas sustancias químicas que estimulan zonas del cerebro capaces de generar emociones placenteras.
Por su parte, el esfuerzo físico que supone hacer deporte permite que puedas dormir durante más tiempo, así como mejorar la calidad de tu sueño, haciendo que te sientas mucho más descansado. Eso sí, hay que hacerlo en un horario adecuado y no minutos antes de irse a dormir.
Levántate siempre a la misma hora, incluso los fines de semana
Como en la mayoría de aspectos en la vida, es bueno tener una rutina de orden, ya que solo así puedes estabilizar tu cuerpo y tu mente. De esta manera, conseguirás seguir tus propios patrones de sueño, lo que supondrá que consigas quedarte dormido de una manera más fácil y rápida. Esto crea una mejora del estado de ánimo y un mayor rendimiento psicomotor y académico.
Medita
Martin Seeley, experto en sueño y CEO de MattressNextDay, desvela en Forbes una técnica meditativa llamada 'escáner corporal completo'. Desde la revista estadounidense, explican cómo practicar este ejercicio: "Simplemente cierra los ojos y respira lentamente. A continuación, concéntrate en la cara y piensa en relajar cada uno de los músculos del rostro. Después de entre treinta segundos y un minuto, pase al cuello y haga lo mismo durante treinta segundos. Luego los hombros y después los brazos". Tal y como apunta el experto, "debes relajar todos los músculos hasta llegar a los pies".
