El cielo de otoño es especialmente generoso con los aficionados a la astronomía porque nos regala un firmamento con la mayoría de los planetas de nuestro sistema solar en buenas condiciones de observación y nos ofrece la oportunidad de ver algo único.
Es lo más llamativo de este mes: el paso del cometa C/2023 A3, Tshuchinnshan-ATLAS, al que se ha apodado el cometa del siglo. Como indica su nombre, fue el tercero descubierto en 2023 y aún no se ha definido su periodo, es decir, el tiempo que tardará en volver a voltear al Sol. Ya se ha dejado ver en los amaneceres aunque ahora que se encamina hacia la estrella, en tránsito retrógrado, es decir, al revés de los planetas, su brillo nos lo ocultará. Pero a partir del 12 de octubre será la gran cita. Se espera una luminosidad elevada y su paso próximo al Sol generará una cola de luz. Será visible a ojo desnudo ese 12 de octubre, cuando la separación con la Tierra será la menor (70,7 millones de kilómetros). Habrá que buscarlo en los atardeceres, a la caída del Sol. Hasta finales de mes se irá alejando y se dejará ver sólo con prismáticos o telescopio hasta que desaparezca de nuestros radares.
Junto a este regalo que nos trae octubre, los planetas del Sistema Solar, prescindiendo este mes de Mercurio que no es visible.
Venus
El primero en aparecer es Venus, que se asoma al final de la tarde sobre el horizonte oeste suroeste y tiene una magnitud de -4, brilla poderoso entre las estrellas de Libra desde donde avanzará a Escorpio para terminar el mes en Ofiuco, esa constelación entre Escorpio y Sagitario que equivaldría al 13 signo del zodiaco.
Marte
Marte comienza el mes en Géminis y aparece en el cielo en plena noche, unas cinco horas después del ocaso. Va ganando altura sobre el horizonte este noreste y va ganando también el brillo rojizo que lo caracteriza. Los últimos días del mes se alinea con las estrellas de Géminis Cástor y Pólux.
Júpiter
Júpiter pasa el mes en Tauro y el día 9 empieza su bucle de retrogradación. Se deja ver unas tres horas después de la puesta del sol. Sigue siendo muy interesante observar el baile diario de los satélites galileanos, aunque para ello haga falta un telescopio.
Saturno
Saturno baja este mes ligeramente su brillo pero es relativamente fácil localizarlo sobre el horizonte sur este, entre las estrellas de Acuario. Sus anillos están ya prácticamente planos. La inclinación actual de 4,5 grados, pasará a ser de cero grados en marzo de 2025. Continúa en su bucle de retrogradación, algo que no es más que un movimiento aparente ocasionado por las diferentes velocidades orbitales de los planetas. Ocurre en todos los que son posteriores a la Tierra y cuando sucede parecen ir hacia atrás en su órbita.
Urano y Neptuno, como siempre, son visibles ya con telescopio. El primero está en Tauro con magnitud 5,7 y el segundo en Piscis con 7,8. Ambos están también retrogradando.
Eclipse solar anular
Octubre nace sin luna en el cielo, que está en su fase de nueva y coincide con el paso por el apogeo, la mayor distancia a la Tierra. Esta coincidencia hace que el eclipse solar que esperamos el 2 de octubre sea anular y no total. El eclipse solar, que siempre se produce en fase de Luna Nueva, será visible en el Océano Pacífico, sur de Argentina, isla de Pascua y la Patagonia chilena.
Unos días después el sábado 5, la Tierra estará exactamente a una unidad astronómica del Sol, la distancia que utilizan como escala los astrónomos para fijar el resto de distancias en el Universo. Una unidad astronómica equivale a 149.597.870,691 kilómetros.
La luna seguirá su camino mensual llegando a fase de cuarto creciente el jueves 10 de octubre y se convertirá en Luna llena, la luna llena de la cosecha, el jueves 17. La coincidencia ese día con el perigeo, la menor distancia a la Tierra, provocará mareas vivas más fuertes de lo normal, casi cinco metros de diferencia pueden alcanzarse entre la marea baja y la marea alta.
Entramos en horario de invierno, perdemos luz
Octubre nos encamina además al horario de invierno. En la madrugada del último domingo del mes, el día 27, retrasaremos los relojes una hora. Con este cambio la pérdida de luz del primer al último día se multiplica. Del 1 al 31 de octubre perdemos dos horas y 12 minutos de luz.
Y nos deja el mes una lluvia de estrellas, las Oriónidas.Son restos de polvo procedentes del paso del cometa Halley. De intensidad moderada tienen su radiante en la constelación de Orión. Son meteoros de gran velocidad, unos 66 kilómetros por segundo y de color amarillo. Esperamos entre 15 y 70 meteoros por hora, aunque la cercanía de la Luna llena y las nubes propias del otoño pueden dificultar la observación.
Tengan o no suerte al verlas, felices estrellas.
