Según la Policía Nacional, el detenido, español posteriormente enviado a prisión provisional por un juez, era el líder de una banda formada también por su pareja sentimental y otro varón y una mujer más -también españoles y entre 21 y 25 años-, que le habían ayudado a asaltar, al menos, otros dos domicilios de sus vecinos. Los hechos ocurrieron el 31 de enero cuando una de las víctimas alertó a la Policía Nacional de que mientras dormía escuchó ruidos en su casa y que, al levantarse, sorprendió a un individuo, que huyó precipitadamente por la ventana del balcón.
De allí, el hombre saltó hacia la vivienda colindante para acceder a la bajante del patio de luces de la comunidad, desde donde se descolgó hasta un tercer domicilio en el que no había nadie y que, a su vez, lindaba con el suyo, que había ocupado ilegalmente. La dueña de la vivienda adyacente al arrestado relató después a los agentes que le faltaban gran parte de sus muebles y que veía dichos objetos a través de la ventana de la galería en el domicilio de al lado.
Aunque estas declaraciones facilitaban la identificación del sospechoso, lo que finalmente aceleró la captura fue que se le había caído el DNI en el otro domicilio del que había huido con velocidad al ser descubierto. La Policía montó un operativo de captura pero el supuesto ladrón trató de escapar por la ventana de la casa que okupaba.
Tras una persecución por las terrazas de inmuebles colindantes, se quedó encerrado en el baño de una vivienda a la que había entrado desde la ventana de un patio de luces. El arresto ha permitido esclarecer tres robos y devolver objetos sustraídos a sus propietarias, mientras que el joven fue enviado a prisión provisional tras prestar declaración por estas sustracciones y dos presuntos delitos de allanamiento de morada.