La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe en el que alerta del "elevado" aumento de las resistencias a los antibióticos que se usan para tratar infecciones del torrente sanguíneo potencialmente mortales en todo el mundo.
Por primera vez, el informe del Sistema mundial de vigilancia de la resistencia y el uso de antimicrobianos (GLASS) proporciona un análisis de las tasas de resistencia antimicrobina (AMR) desde 2017 y hasta el año 2020.
El trabajo muestra niveles superiores al 50 por ciento de resistencia a bacterias que con frecuencia causan infecciones del torrente sanguíneo, como 'Klebsiella pneumoniae' y 'Acinetobacter spp', y que requieren tratamiento con antibióticos de último recurso, como los carbapenémicos.
Sin embargo, y pese a ello, el ocho por ciento de las infecciones del torrente sanguíneo causadas por 'Klebsiella pneumoniae' se informaron como resistentes a los carbapenémicos, lo que aumenta el riesgo de muerte debido a infecciones inmanejables.
Abuso y desconocimiento
El problema, dice la OMS, lejos de reducirse, va a más año a año. El informe alerta de que las infecciones bacterianas comunes se están volviendo cada vez más resistentes a los tratamientos. Por ejemplo el 60% de los casos de gonorrea o el 20% de las infecciones urinarias por E.coli.
Los principales factores de riesgo son el abuso y el desconocimiento, según señala Jordi Vila, jefe de microbiología del Clinic de Barcelona que dice que "cuando a la gente en la calle se le pregunta si cree que un antibiótico se tiene que utilizar para tratar un resfriado, un 50, 45% de la gente todavía dice que sí".
Las infecciones resistentes a los antibióticos son ya responsables de más de un millón de muertes cada año en todo el mundo.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, apunta que "la resistencia a los antimicrobianos socava la medicina moderna y pone en riesgo millones de vidas. Para comprender realmente el alcance de la amenaza global y montar una respuesta de salud pública eficaz a la RAM, debemos ampliar las pruebas de microbiología y proporcionar datos de calidad garantizada en todos los países, no solo en los más ricos".