El Día Mundial del Medio Ambiente cumple este lunes 50 años con la mirada puesta en los plásticos que acaban en el mar. La humanidad produce más de 400 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales un tercio se utiliza solo una vez y apenas un 10% se recicla, y cada día se vierte a mares, ríos y lagos una cantidad de plástico equivalente a la carga de más de 2.000 camiones de basura.
Esta jornada se celebra cada 5 de junio porque en esa fecha de 1972 tuvo lugar en Estocolmo (Suecia) y bajo los auspicios de Naciones Unidas la primera gran cumbre sobre temas relativos al medio ambiente: la Conferencia sobre el Medio Humano.
11 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos anualmente
Entre 19 y 23 millones de toneladas de residuos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares, lo que equivale al peso de alrededor de 2.200 torres Eiffel juntas. A estas cifras se suman los 11 millones de toneladas de residuos pláticos que acaban en los océanos. Unas cifras que podrían triplicarse de aquí al año 2.040. Además, más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredo y otros peligros.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) lanzó el pasado mes de mayo una hoja de ruta para reducir la contaminación plástica en un 80% para 2.040 si los países y las empresas realizan cambios profundos en las políticas y el mercado utilizando las tecnologías existentes.
Desde la ONU sugieren primero eliminar los plásticos problemáticos e innecesarios y después, propone tres cambios: reutilizar, reciclar y reorientar y diversificar productos. Un cambio hacia una economía circular puede reducir el volumen de plásticos que llegan a los océanos en más de un 80% para 2040; reducir la producción de plástico virgen en un 55%; ahorrar a los gobiernos 70.000 millones de dólares para 2040; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%; y crear 700.000 puestos de trabajo adicionales, principalmente en el sur del mundo.
Los microplásticos invaden los alimentos, el agua e incluso el aire. Se calcula que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas.
Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.