El centro ha asegurado que se trata del bebé "más pequeño del mundo" al que se realiza una ablación cardíaca, que se hizo introduciendo un catéter de menos de un milímetro de diámetro por la vena femoral, hasta el corazón --de dos centímetros--.
Los cardiólogos Josep Brugada y Georgia Sarquella --que lideran la Unidad de Arritmias del hospital-- realizaron esta operación, que tiene por objetivo destruir el tejido eléctrico del corazón responsable del ritmo cardíaco anormal, y requiere una gran precisión al tratarse de un bebé prematuro.
Insuficiencia cardíaca
El equipo médico que seguía a la madre en Zaragoza detectó esta taquicardia incesante en la semana 20 de gestación, y los cardiólogos del Hospital Miguel Servet trataron de combatirla suministrando varios fármacos antiarrítmicos a la gestante.
Este tratamiento, que el feto recibió dentro del útero a través de la placenta, permitió alargar el embarazo hasta la semana 30 --cuando ya era viable el nacimiento-- pero no permitió curar la enfermedad, y como la niña continuaba sufriendo una insuficiencia cardíaca grave, se la trasladó al Sant Joan de Déu diez días después de nacer.
El 4 de enero realizó esta operación un equipo de profesionales integrado por cardiólogos, neonatólogos, anestesiólogos y enfermeras en el hospital de Esplugues de Llobregat, el único centro de referencia en España designado por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de las arritmias pediátricas y cuenta con tecnología de última generación.