El Papa Francisco, que sigue convaleciente por sus problemas de salud, apareció sin que estuviera previsto ante los fieles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al término de la misa del Domingo de Ramos, la celebración que marca el inicio de la Semana Santa.
Se trata de la última aparición por "sorpresa" del pontífice, de 88 años, durante su convalecencia en su residencia de la Casa Santa Marta, desde que el pasado 23 de marzo salió del salió del hospital Gemelli de Roma después de 38 días ingresado por una neumonía bilateral y otros problemas respiratorio.
Tras su reaparición del pasado domingo en la plaza vaticana, durante el Jubileo de los enfermos, Francisco ha salido en otras dos ocasiones de la residencia y recibió por sorpresa a los reyes del Reino Unido, Carlos y Camila, a pesar de que los médicos estimaron que debía permanecer al menos dos meses de reposo.
No preside la misa en la Plaza de San Pedro
La Misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro fue presidida por el cardenal Leonardo Sandri, quien también leyó la homilía del Papa Francisco, ausente por motivos de salud. En su homilía, el Pontífice invitó a los fieles a vivir una Semana Santa llevando no solo su propia cruz, sino también la de quienes sufren alrededor.
"La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más", ha indicado el Pontífice, en el texto leído por Sandri.