Las condiciones clínicas del papa Francisco se han mantenido "estables" este martes, en su decimonoveno día ingresado en el hospital Gemelli de Roma, tras las dos crisis de insuficiencia respiratoria de la víspera.
"En la jornada de hoy las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables. No ha presentado episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo", informó la Santa Sede en su boletín diario.
El pontífice, sin embargo, sigue recibiendo "altos flujos" de oxígeno y esta noche retomará la ventilación mecánica no invasiva.
A primera hora de la mañana, se había informado de que había dormido "toda la noche" y seguía "en reposo".
El Papa, que está ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero, continúa luchando contra la neumonía y la "nueva crisis de broncoespasmo". El papa Francisco sufrió "dos nuevos episodios de insuficiencia respiratoria aguda" debido a "una importante acumulación de mucosidad endobronquial", lo que supuso una alarma en su estado de salud el lunes por la tarde.
Por ello, se le practicaron dos broncoscopias para aspirarle las "abundantes secreciones" debidas, explicaron fuentes vaticanas a la neumonia bilateral que sufre. También tuvo que retomar la ventilación mecánica "no invasiva", aunque señalaron que en todo momento estuvo "lúcido, orientado y colaborador".
El pronóstico del pontícife de 88 años sigue siendo "reservado", por lo que no se sabe la evolución de su estado médico.
Así ha evolucionado la situación del Papa Francisco
En estas casi tres semanas ingresado, el papa Francisco ha pasado por varias crisis. La última grave fue la del pasado sábado 24 de febrero por culpa de una crisis asmática. Solo unos días después de su ingreso se le diagnosticaba una neumonía bilateral que hacía temer los peores presagios. También se le detectó una insuficiencia renal.
Ayudado por una mascarilla de oxígeno para respirar, los médicos siempre han destacado que en todo momento ha permanecido consciente, que ha continuado trabajando a pesar de su ingreso y que recibe la Eucaristía a diario.
Los últimos análisis demostraron que no tiene leucocitosis, es decir, no hay aumento de glóbulos blancos y los parámetros hemodinámicos se mantienen estables dentro de lo complejo de su situación. También fuentes vaticanas comentaban hace dos días que el pontífice ha comido siempre alimentos sólidos y que puede caminar.
