El Papa Francisco se ha asomado este domingo por la ventana del Hospital Gemelli de Roma para saludar a los fieles y darles la bendición en la que ha sido su primera aparición pública desde que ingresara el pasado 14 de febrero a causa de una insuficiencia respiratoria aguda que le provocó una neumonía bilateral.
"Gracias a todos. Veo a esta señora con las flores amarillas. Brava", ha señalado. Antes de retirarse de la ventana, al Papa Francisco se le ha visto que aún sigue afectado por la tos. A los pocos minutos ha salido en coche hacia la residencia de Santa Marta escoltado por un amplio equipo de seguridad después de recibir el alta hospitalaria.
"Va a ser dado de alta en condiciones clínicas estables con la prescripción de seguir con su terapia parcial y un periodo de convalecencia y de descanso durante al menos dos meses", explicaron este sábado los médicos. Se espera que "en un tiempo breve" pueda volverá a su actividad normal, aunque la recomendación en este momento es tomarse un periodo de reposo y de convalecencia adecuados.
"Los últimos progresos son en casa porque en el hospital, aunque parezca raro decirlo, es el peor lugar donde puedes estar para hacer la convalecencia porque puedes coger más infecciones", aseguró el doctor Sergio Alfieri, del Hospital Gemelli.
Los médicos han explicado, también, que "la vida del Santo Padre ha corrido peligro", pero que "las terapias farmacológicas, el suministro de oxígeno de alto flujo y la respiración mecánica no asistida hicieron que registrase una lenta pero progresiva mejora haciendo salir al Santo Padre de los episodios más críticos". Han reiterado, además, que "nunca fue intubado y siempre ha permanecido alerta y orientado".
El pasado 6 de marzo, el Vaticano difundió un mensaje de voz de Francisco que, desde el hospital, agradecía en castellano las oraciones por él. Entonces llamó la atención la voz cansada que tenía el Santo Padre, aunque los médicos han explicado que es algo normal.
"Cuando tienes una neumonía bilateral, los pulmones se han visto dañados y también los músculos respiratorios han sufrido dificultades y una de las primeras cosas que ocurren es que se pierde un poco la voz (...) Si lo comparamos con hace diez días hemos registrado una mejora importante".
No fue hasta el pasado domingo, 16 de marzo, cuando el Vaticano distribuyó una imagen de Francisco, la primera desde que fuera ingresado, en la que se le podía ver de espaldas, sentado en una silla de ruedas y revestido para la misa en la capilla de su habitación.