En un paso más para combatir la pederastia eclesial, el Papa Francisco ha acabado con el secreto pontificio en los procesos por casos de abusos a menores de violencia sexual o de pornografía infantil.
Con el texto magisterial sobre la confidencialidad de las causas -publicado este mediodía- el Pontífice establece que toda la documentación relativa a los abusos, conservada en archivos del Vaticano de las Diócesis, podrá ser entregado a los magistrados de los países que lo soliciten.
Esta decisión es fruto de la histórica Conferencia sobre Protección de Menores celebrada el pasado febrero, con representantes de todos los Episcopados.