Según publica el semanario "Expresso", ya han oficializado su solicitud ante el Consejo Nacional de Procreación Medicinalmente Asistida (CNPMA).
El matrimonio no puede tener hijos debido a que la mujer tiene malformaciones en el útero y por ello han recurrido a un vientre de una mujer gestante extranjera.
La normativa lusa es flexible para el reconocimiento del recién nacido en casos de parejas extranjeras.
La pareja tiene que presentar un domicilio en Portugal (no ha de ser permanente) y, tras el nacimiento, el CNPMA emite una declaración de paternidad, por lo que se podrían luego registrar en España en caso de que procedan de este país.
Hasta el pasado 4 de diciembre, el CNPMA recibió 103 solicitudes para gestación por sustitución, de las que 43 eran de parejas extranjeras, sobre todo, españolas.
Tras la aprobación de la ley, que entró en vigor el pasado 1 de agosto, la primera y única solicitud aprobada hasta el momento fue la de una mujer de 49 años que decidió prestar su vientre a su hija, que no tiene útero.
En este caso la abuela no será la madre biológica, aunque preste su vientre del que nacerá el bebé, ya que la fecundación se realizará con esperma del padre y con ovocitos congelados de la madre.
A raíz del nuevo marco jurídico, varias clínicas privadas de España, según "Expresso", estarían interesadas en abrir sedes en Portugal, con el fin de controlar todo el proceso del embarazo de las gestantes.