DECLARA COMO TESTIGO

Un pediatra vio en la niña Sara múltiples hematomas 22 días antes de su muerte

Un pediatra que examinó a Sara, de 4 años, y que murió el 3 de agosto de 2017, ha explicado este lunes que 22 días antes de su fallecimiento sospechó y alertó a los servicios sociales que la niña podía sufrir maltrato por el número y distribución de sus lesiones.

EFE

Madrid |

Concentración celebrada en Valladolid por la niña Sara de 4 años | EFE

El pediatra ha comparecido en calidad de testigo y perito en el juicio en la Audiencia de Valladolid por el crimen, maltrato y violación de la niña, unos hechos por los que están acusados la madre de la menor, Davinia M.G., y su compañero sentimental, Roberto H.H., para los que la fiscal pide prisión permanente revisable.

Fue 11 de julio de 2017 cuando la madre acudió con Sara al Hospital Campo Grande de Valladolid debido a que tenía hinchados los labios y el pediatra que la atendió descubrió que sufría hematomas en distintas partes del cuerpo, motivo por el que avisó a una compañera del centro sanitario que tenía experiencia como forense.

El pediatra ha considerado que, aunque la madre de Sara atribuyó las lesiones de la niña a que era una pequeña muy inquieta, se caía mucho y se golpeaba, a él no le parecieron hematomas de una niña que se cae, y además observó que la pequeña tenía la boca infectada y falta de higiene.

Ha detallado, además, que la actitud de la acusada aquel día fue "pasiva" y no informó que otro adulto -el ahora acusado- también estaba en la casa donde residían. Sobre el estado que presentaba Sara, ha añadido que "no es normal" la existencia de tantos hematomas y con esa distribución en una pequeña de 4 años por golpes habituales.

Sus nalgas estaban "llenas de hematomas", causados con la mano o algún objeto, ha descrito en su comparecencia en la vista oral la forense que evaluó a la niña cuando su compañero pediatra se lo solicitó. La forense ha analizado también cómo tenía los labios la pequeña en aquella fecha -la madre de Sara sostuvo que se los solía morder- y ha dicho que "con el estado" que presentaba la boca no creía que hubiera podido morderse.

Tenía una boca "extremadamente descuidada", se puede comparar con la boca "de un indigente", estaba infectada, con piezas que faltaban y otras partidas, ha detallado. La experta ha narrado cómo vio escoriaciones y arañazos alrededor de la boca inflamada de la niña y las ha atribuido a una causa traumática -a un golpe-, no a la infección de la boca.