Parece que Pfizer ha encontrado la solución para sortear la dificultad que supone la distribución de su vacuna por tener que almacenarse a una temperatura de unos -70ºC: crear una vacuna en polvo.
La distribución de la vacuna se ha convertido en todo un reto logístico para los países, ya que aunque la vacuna de Pfizer es la más eficaz es la más difícil de transportar porque una vez que se descongela solo puede permanecer cinco días en un refrigerador antes de perder todas sus propiedades. A temperatura ambiente deja de ser eficaz en dos horas.
La semana pasada Pfizer y BioNTech informaron de que, tras un análisis final de su ensayo en fase 3, la vacuna contra el Covid-19 que están desarrollando tiene una eficacia del 95 % y no causa problemas graves de seguridad.
Desde la OMS se duda de la capacidad de las vacuna contra el coronavirus de Pfizer, y de la de Moderna, de inmunizar contra la covid-19 a largo plazo.