En el escrito al que ha tenido acceso Efe, el fiscal relata que la víctima tenía una orden de protección por la que el acusado no podría aproximarse a ella ni a sus hijos menores a una distancia inferior de 500 metros, ni tampoco comunicarse con ellos por ningún medio.
A pesar de ello, retomó la convivencia con su pareja y con los niños y entre los meses de enero y mayo de 2016 le impidió abandonar el domicilio familiar.
Para lograr que no saliese de casa el acusado se llevaba a alguno de sus hijos a casa de su madre, así como el único juego de llaves del edificio, y cerraba la puerta de acceso a la casa. En otras ocasiones enviaba a alguno de sus hijos (no eran hijos de la víctima) a vigilar a la mujer.
Por estos hechos, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer emitió un auto en el que decretó la prisión provisional y sin fianza para el hombre.
Ahora, la Fiscalía le considera autor de cuatro delitos de quebrantamiento de medida cautelar y pide un año de prisión por cada uno de ellos, así como de un delito de detención ilegal por el que solicita seis años de cárcel.
Además, plantea que se le prohíba acercarse a la mujer a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella durante diez años.