Las conclusiones provisionales de la fiscalía indica que los hechos ocurrieron en la madrugada del 31 de octubre de 2015, cuando el acusado, que tenía antecedentes por otros robos, forzó la puerta del establecimiento y accedió a su interior.
Una vez dentro, presuntamente, se apoderó del dinero, además de arrancar el cajón de la caja registradora. El ministerio público solicita a la Sala que lo condene a cuatro años y medio de cárcel y al pago de una indemnización de 96 euros, por la cantidad sustraída y el valor del cajón.