La iniciativa, que ha reunido estos apoyos en tan solo un día, ha partido de Gloria Molero, una joven de 22 años, que insta a esta Universidad pública a "hacer un ejercicio de transparencia que ayude no solo a limpiar su imagen y la de sus estudiantes, sino a saber qué políticos y cargos públicos nos gobiernan desde sus títulos falsos conseguidos a base de privilegios".
"Ahora, la imagen de la Universidad Rey Juan Carlos está denostada, pero muchos cursamos nuestros grados y postgrados aquí de manera honrada, sin que nadie nos regalara nada y sin hacer uso de privilegios ni tratos de favor", señala la promotora de la petición.
Molero asegura que ahorró durante años -también los menos de 300 euros al mes que ganaba en sus prácticas como periodista mientras cursaba su último año de carrera- para poder salir de Elche, su ciudad natal, y estudiar un máster en la capital.
Reconoce que se siente "privilegiada" porque gracias a sus ahorros y una beca consiguió mudarse a Madrid y estudiar un máster en Comunicación y Problemas Socioculturales en la Universidad Rey Juan Carlos.
"Nos bombardearon con la cultura del esfuerzo, nos dijeron que estudiar nos abriría puertas y que si hacíamos los suficientes méritos conseguiríamos llegar a cualquier sitio. Y claro, nosotros nos lo creímos. Nuestros padres también se lo creyeron. Pero ese relato ahora queda más claro que nunca que está agrietado: Cifuentes, Casado, Montón", subraya.
Los tres -la expresidenta madrileña, Cristina Cifuentes, el líder del PP, Pablo Casado, y la exministra de Sanidad, Carmen Montón- han obtenido un título del Instituto de Derecho Público, un centro dependiente de la Universidad Rey Juan Carlos.
Por ello, Molero considera que la Universidad, como institución, tiene "una responsabilidad enorme hacia sus estudiantes (aquellos que han estudiado sin trampas ni atajos)".
Esta joven resalta que, a diferencia de Cifuentes, Casado y Montón, ella tuvo que ahorrar el dinero suficiente para poder estudiar el máster sin tener que trabajar a la vez.
Para ello, indica, durante la carrera tuvo que renunciar a hacer viajes caros con amigos, estudiar fuera de su ciudad o cursar una beca Erasmus, cenar fuera de casa o gastarse más de 10 ó 15 euros en un fin de semana.