EN JAPÓN

Investigadores pintan de cebras a las vacas para demostrar si las rayas son un repelente natural contra los insectos

Un grupo de investigadores japoneses ha realizado un curioso experimento para tratar de verificar aquello de que las rayas blancas y negras de las cebras son un repelente natural contra los insectos. Para ello, han pintado vacas.

Belén Gómez del Pino

Madrid |

Los investigadores escogieron seis vacas de pelo negro y las cubrieron cuerpo y patas con líneas blancas. Todo bajo la teoría de que el rayado blanco y negro de las cebras confunde a los insectos, sobre todo a los tábanos. Anula sus sistemas de detección de movimiento que controlan la aproximación y el aterrizaje.

Durante tres días observaron a las seis vacas para contar los insectos que se aproximaban a ellas y grabaron sus movimientos, registrando cualquier comportamiento para repeler moscas y tábanos como patadas, agitar de cola o espasmos en la piel.

El resultado, de momento provisional, es que el llamado cebreado de las vacas redujo las picaduras entre un 20 y un 50%. Y el asunto no es menor. Los ataques de insectos provocan un alto grado de estrés en el ganado. Las vacas comen y duermen menos y se reúnen en grupos compactos lo que produce más lesiones.

De forma habitual, los ganaderos utilizan insecticidas para combatir las picaduras, pero los investigadores japoneses de las rayas creen que pintar las vacas como cebras con pintura no tóxica podría ser más barato, rápido y sano para el ganado. Aunque pueda ser raro ver prados de vacas lecheras con pinta de cebras fuera de la Sabana.