El 6% de los escolares tiene al menos una alergia identificada, y la cosa va en aumento. Tal es así que el elevado número de intolerancias obliga a los centros a multiplicar por cuatro los tipos de menús, un auténtico reto logístico y organizativo.
La cadena ha de ser impecable: no sólo al cocinar los menús, sino también a la hora de servirlos y supervisar su ingesta. Responsabilidad a la que se enfrenta -entre otros- la empresa de restauración Mediterránea, que ha elaborado este estudio.
Pero en muchos casos son menores multialérgicos, como Leo, cuyo padre nos confiesa que no pueden permitirse dejarle en el comedor.
Y aunque se tomen todas las precauciones posibles, a veces es inevitable el fallo humano, como ha explicado a Onda Cero, Ana Murillo, madre de dos niños alérgicos.
La alergia a los frutos secos es la más frecuente -supone casi el 20% de los casos identificados-, seguida de las legumbres y el huevo. Sin embargo, según el Primer Observatorio de las alergias alimentarias infantiles ha disminuido la intolerancia a las frutas y verduras.