A la hora de almacenar la fruta muchas personas tienen por costumbre ponerlas todas en su frutero, pero en ocasiones muchas frutas se echan a perder muy rápidamente. Es el caso de los plátanos.
Un truco fácil para que tus plátanos se mantengan frescos durante toda la semana, es evitar que entren en contacto o se almacenen cerca de dos ingredientes en particular: manzanas y tomates.
¿Por qué ocurre esto?
Tanto las manzanas como los tomates liberan un gas natural llamado etileno, que acelera el proceso de maduración de las frutas que tienen cerca. Este gas, aunque es inofensivo, actúa como una señal química que hace que los plátanos se tornen amarillos más rápido e, incluso, desarrollen manchas marrones en menos tiempo.
Consejos para prolongar la frescura de los plátanos
1. Almacénalos separados de otras frutas: Especialmente de aquellas que producen altas cantidades de etileno, como manzanas, tomates, peras o aguacates.
2. Cubre el tallo con plástico film: Esto puede ayudar a reducir la liberación de etileno por parte de los propios plátanos. Esto podría darte entre cinco y siete días más de tiempo de maduración natural.
3. Evita exponerlos a altas temperaturas: Un lugar fresco y seco es ideal para retrasar su maduración.
4. Consérvalos colgados: Usar un colgador de frutas puede evitar golpes que también aceleran el deterioro.
En el caso de que comiencen a aparecer esas manchas tan familiares, es recomendable poner los plátanos en el refrigerador, ya que puede frenar su proceso de envejecimiento. Puede parecer contradictorio, dadas las raíces tropicales de estos frutos, pero el frío de un refrigerador podría ser justo lo que necesitan para alargar su estado de maduración. Aunque debes tener en cuenta que puede que la cáscara se oscurezca, pero no te preocupes, su interior se mantendrá firme y su sabor se mantendrá.
Por otro lado, si guardas una banana verde en el refrigerador o envuelves el tallo, permanecerá verde e inmadura.
Siguiendo estos consejos puedes elegir el nivel de madurez que deseas.
