Las relaciones tóxicas son aquellas en las que se produce una dinámica destructiva que puede tener consecuencias negativas, tanto para la salud emocional como para la física, de las personas involucradas.
Laura Gutiérrez Martín, licenciada en Psicología y experta en Psicopedagogía, explica que estas relaciones pueden darse en diferentes ámbitos, ya sea amoroso, laboral y familiar, entre otros. En general, se caracterizan por la presencia de comportamientos, actitudes y emociones que resultan dañinos para una o ambas partes involucradas.
"Entre los comportamientos que se pueden presentar en una relación tóxica se encuentran la manipulación, el control, la humillación, el abuso físico, el abuso sexual, la indiferencia, la falta de respeto y la deslealtad", añade la especialista.
Ahora bien, ¿por qué, a veces, de forma consciente, mantenemos una relación tóxica?
Olvido del Cerro, psicóloga sanitaria, explica que el mantenimiento de esta relación se produce por cierta falta de confianza en sí mismo y el miedo al futuro más o menos incierto. "A veces, la llamada 'zona de confort' se convierte poco a poco en un infierno auto impuesto", puntualiza.
Por su parte, Laura Gutierrez identifica las principales razones que explican esta situación:
- Miedo a la soledad: a veces, la persona prefiere mantenerse en una relación tóxica a estar sola. Puede tener miedo de no encontrar a alguien más o de enfrentarse a la soledad.
- Dependencia emocional: la persona puede sentir que necesita a la otra persona para sentirse bien consigo misma. Puede haber una necesidad de aprobación o de sentirse amado que hace difícil romper la relación.
- Baja autoestima: la persona puede sentir que no merece algo mejor o que no es capaz de conseguirlo. Puede haber una falta de confianza en sí mismo que hace difícil tomar decisiones que impliquen un cambio.
- Sentimientos de culpa: la persona puede sentir que tiene la responsabilidad de mantener la relación o que sería egoísta dejar al otro. Puede haber un sentimiento de obligación que hace difícil romper la dinámica tóxica.
- Creencia de que la otra persona va a cambiar: la persona puede tener la esperanza de que la otra persona va a cambiar o de que la relación va a mejorar en el futuro. Puede haber una creencia de que las cosas pueden mejorar, lo cual hace difícil romper la relación.
¿Cómo identificar que estamos en una relación tóxica?
Olvido del Cerro sostiene que la clave para identificar una relación tóxica es detectar pequeñas señales, sobre todo el control sobre dónde va y con quién, constantes demandas y quejas ante cualquier situación que se salga de la rutina de pareja.
Por su parte, Laura Gutierrez cuenta que una de las señales más claras de una relación tóxica es el control. "Si tu pareja intenta controlar tus acciones, tus relaciones sociales o tu forma de vestir, es posible que estés en una relación tóxica", comienza explicando.
"El control puede manifestarse de diferentes maneras, como hacer comentarios sobre tus amistades, tu trabajo o tus actividades. Además, la persona puede sentir que tiene que rendir cuentas de cada cosa que hace y que es responsable de las emociones y acciones de la otra persona", añade.
Otra señal que identifica la experta es la manipulación, que puede manifestarse de diferentes maneras, especialmente a través de comentarios despectivos sobre las decisiones del otro, hacerle sentir culpable por cosas que no están bajo su responsabilidad o amenazar con romper la relación si no hace lo que se le pide.
Además, la especialista en psicopedagogía identifica tres señales más que indican que estamos inmersos en una relación tóxica:
- Abuso emocional: puede ser sutil (comentarios despectivos sobre la apariencia o habilidades) u obvio (gritar, insultar o humillar). Este tipo de abuso puede afectar gravemente a la autoestima de la persona y hacer que sienta que no merece algo mejor.
- Falta de respeto: puede manifestarse de diferentes maneras, como hablar mal de ti en público, hacer comentarios despectivos sobre tu forma de ser o desvalorizar tus opiniones y sentimientos.
- Aislamiento social: puede hacer que la persona se sienta más dependiente de la otra persona y que tenga menos recursos para salir de la relación.
- Violencia física: es una forma grave de abuso y puede poner en peligro la vida de la persona.
Actos tóxicos dentro de una relación de pareja
En las relaciones tóxicas, se dan ciertos actos que pueden ser muy dañinos y que “causan sufrimiento y malestar constante, en una o ambas partes”, afirma Olvido del Cerro. A continuación, ambas expertas identifican algunos actos que se pueden clasificar como “tóxicos” dentro de una relación de pareja:
- Control y manipulación.
- Desconfianza.
- Abuso emocional y críticas.
- Violencia física.
- Aislamiento.
- Celos y posesión.
- Infidelidad.
- Falta de respeto.
- Menospreciar al otro.
- Discusiones y peleas frecuentemente.
Cómo salir de una relación tóxica
Salir de una relación tóxica puede ser difícil, pero es importante hacerlo para poder recuperar la salud mental, emocional y física. En este aspecto, Olvido del Cerro subraya que “no hay persona tóxica, es la relación, lo que ocurre entre ambas, cómo se comunican y la disfunción a nivel emocional que se produzca”.
Por su parte, Laura Gutiérrez presenta algunas estrategias para salir de este tipo de relación:
- Reconocer la relación tóxica: a menudo, las personas pueden estar en fase de negación o minimizar el impacto de la relación en su vida.
- Establecer límites y tomar distancia: esto puede incluir no responder a llamadas o mensajes, establecer horarios específicos para las interacciones o, en casos extremos, bloquear a la otra persona.
- Buscar ayuda profesional: un terapeuta puede ayudar a la persona a comprender por qué entraron en una relación tóxica, a desarrollar habilidades para superarla y a establecer relaciones más saludables en el futuro.
- Buscar apoyo en amigos o familiares: hablar con amigos y familiares cercanos puede ser una forma de obtener apoyo emocional y recibir ayuda en el proceso de salida de la relación.
- Desarrollar una rutina saludable: una alimentación adecuada, ejercicio regular y tiempo para el autocuidado puede ayudar a la persona a sentirse mejor consigo misma y a mantener una actitud positiva hacia el futuro.
- Buscar un ambiente seguro: quedarse con amigos o familiares cercanos, buscar refugio en un centro especializado para víctimas de violencia doméstica, o, en casos extremos, buscar ayuda de la policía.