¿Cuántas notificaciones crees que recibes al día? En menos de una década, recibir una notificación se ha convertido en una de las experiencias humanas más habituales. Según un estudio realizado por Doctores del Centro de Retrospectiva Avanzada de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) e investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de Georgetown, las personas reciben, de media, más de sesenta notificaciones diarias.
Estas alertas han transformado nuestra relación con los dispositivos informáticos personales. Tanto es así, que los propios dispositivos han empezado a ofrecer contenidos de forma activa y a reclamar la atención de los usuarios.
Según cuenta Nicholas Fitz, profesor asistente de Investigación, Salud Ambiental y Ocupacional de la Universidad de Duke, los cibernautas pasan entre tres y cinco horas diarias en sus teléfonos móviles ytocan el dispositivo una media de 2.617 veces al día.
De igual manera, un conjunto de análisis empíricos en desarrollo sugieren que las interrupciones digitales pueden dañar la salud mental y el bienestar psicológico de los individuos. Así, este grupo de expertos se propone investigar si el hecho de entregar las notificaciones de manera dosificada, es decir, en diferentes intervalos, puede ayudar a incrementar la concentración de los usuarios.
Teoría y aplicación: interrupción variable de la atención
El estudio, titulado "Agrupar las notificaciones de nuestro móvil puede mejorar nuestro bienestar", hunde sus raíces en la teoría psicológica y la investigación básica que documenta cómo afecta el cambio de tareas en las funciones cognitivas del ser humano, como la percepción, la atención y el pensamiento.
De acuerdo con esta teoría fundamental, las personas tienen recursos cognitivos limitados. Además, el propio acto de pasar de una tarea a otra, aunque sea rápidamente y por un corto periodo de tiempo, requiere un esfuerzo mental adicional y, en consecuencia, aumenta la carga cognitiva.
Además, de acuerdo con la Teoría de la Carga Perceptiva, presentada en 2010 por la psicóloga y neurocientífica británico-israelí, Nilli Lavie, una mayor carga cognitiva hace a las personas más susceptibles a nuevos estímulos distractores.
Por lo tanto, al interrumpir, de manera aleatoria, a las personas en una actividad en curso, las notificaciones de los teléfonos inteligentes pueden aumentar los residuos de atención y la carga cognitiva, lo que, a su vez, puede hacer que las personas sean aún más propensas a cambiar de tarea.
Según cuenta Kostadin Kushlev, profesor de la Universidad de Georgetown, este ciclo de falta de atención puede comprometer el bienestar emocional, ya que altera el ritmo de las emociones y el rendimiento. Además, las personas distraídas son menos propensas a cosechar los beneficios emocionales de las experiencias positivas.
Por otro lado, se ha demostrado que la atención y la concentración son requisitos esenciales para experimentar emociones positivas. En relación con este dato, múltiples investigaciones de mindfulness demuestran que dirigir la atención al presente predice una mayor intensidad y frecuencia de emociones.
Interacción persona-dispositivo móvil
Según establecen un conjunto de trabajos empíricos sobre la interacción entre los usuarios y los dispositivos móviles u ordenadores, recibir las notificaciones en intervalos regulares puede ayudar a aliviar sus consecuencias negativas, preservando, al mismo tiempo, sus beneficios.
Así, en un experimento realizado en un laboratorio, se observó cómo los participantes experimentaron más presión de tiempo, gastaron más esfuerzo mental y se sentían más frustrados cuando eran interrumpidos por notificaciones a intervalos aleatorios mientras realizaban tareas estándar como, por ejemplo, editar un texto.
Sin embargo, los participantes que sólo fueron interrumpidos entre tareas, evitaron estos resultados negativos. Por lo tanto, el momento de las interrupciones digitales, y no solo su frecuencia, es un factor clave.
De cara a la elaboración de otro informe, una treintena de voluntarios desactivaron las notificaciones durante un día. En conclusión, los investigadores señalaron que las alertas nos han "encerrado" en un dilema. "Sin notificaciones, los participantes se sentían menos distraídos y más productivos. Pero también se sentían incapaces de responder como se esperaba, lo que provocaba ansiedad en algunos casos".
Por lo tanto, ¿puede la entrega de notificaciones en intervalos ayudar a mitigar los efectos adversos de las notificaciones, al mismo tiempo que se preservan sus beneficios?
Investigación actual y conclusiones
Con el objetivo de analizar si la agrupación de notificaciones puede mejorar el bienestar y la salud mental de los usuarios, los expertos de las universidad de Duke y de Georgetown desarrollaron un ensayo de dos semanas.
A través de una aplicación diseñada a medida para teléfonos inteligentes, se asignó aleatoriamente a los participantes a recibir sus notificaciones en cuatro intervalos:
- Primer grupo: los participantes recibieron notificaciones de manera habitual a lo largo del día.
- Segundo grupo: los participantes recibieron notificaciones tres veces al día.
- Tercer grupo: los participantes recibieron notificaciones una vez cada hora.
- Cuarto grupo: los participantes no recibieron ninguna notificación.
- Recibir notificaciones tres veces al día reduce el estrés y aumenta el bienestar del usuario.
- Las notificaciones, enviadas una vez cada hora, producen pocos cambios en comparación con el uso habitual.
- Aunque no recibir notificaciones puede causar algunos de los mismos beneficios, estos pueden ser compensados por la ansiedad asociada con perderse actualizaciones importantes.