Los contagios de Covid-19 no han parado de aumentar en las últimas semanas. Las culpables son las nuevas variantes de Ómicron, sublinajes más contagiosos que sus predecesores y que tienen un tiempo de incubación menor que la infección original descubierta en 2019.
Desde el mismo día de la infección, el virus campa a sus anchas por nuestro cuerpo haciendo que este experimente una serie de cambios que se prolongan en el tiempo varios días y que desembocan en dos posibles escenarios: la recuperación total o los casos más graves, que requieren de ingreso hospitalario.
Pero, ¿cuál es el recorrido que hace el Covid-19 desde que entra en nuestro cuerpo hasta que lo eliminamos completamente? A esta pregunta ha respondido una investigación de la BBC, que ha hablado con varios expertos para analizar la evolución del virus en nuestro organismo y qué reacciones provoca en el mismo.
Día 0: infección
Cuando entramos en contacto con un positivo por Covid, las pequeñas gotas o aerosoles de saliva que libera transportan las peligrosas partículas del SARS-COV-2, cuya cantidad será diferente en función de la carga viral que tenga la persona contagiada.
Según el virólogo José Eduardo Levi, "algunos individuos tienen una carga viral baja - 10.000 copias virales por mililitro de saliva-, y, aunque la carga promedio oscila entre 10.000 y 1 millón de partículas, en algunos casos se han visto hasta 1.000 millones de copias virales por mililitros".
En cualquier caso, ese es el momento en el que nosotros inhalamos los aerosoles infectados y la espiga del virus se adhiere a las células de la mucosa de la nariz, la boca o los ojos. A partir de ahí, se inicia el procedimiento: el virus invade la célula y comienza a crear copias de sí mismo, en algunos casos, cantidades tan elevadas que las propias células no pueden soportarlo, estallan y mueren.
Días 1, 2 y 3: periodo de incubación
Se trata del periodo de extensión del virus por nuestro cuerpo. Una vez el Covid ha penetrado en las primeras células, comienza su propagación expandiéndose y ganando terreno en el resto de células colindantes (ojos, nariz y garganta) hasta llegar a los pulmones, donde se produce el mayor riesgo para la persona infectada.
Esto se denomina "evolución silenciosa" del virus porque no nos damos cuenta de que se está produciendo, lo que los expertos llaman el periodo de "incubación".
Aquí los virólogos coinciden en que a medida que han ido apareciendo nuevas variantes Covid, este periodo de incubación se ha ido reduciendo, de una semana con la variante Alfa, a cuatro días con Delta y tres con Ómicron.
Días 4 a 14: primeros síntomas y evolución
Una vez el virus ha avanzado por nuestro cuerpo, es el momento en que reacciona nuestro sistema inmunológico, que percibe una presencia extraña y envía a todas sus defensas a luchar contra ella. Según un artículo publicado por dos investigadores del Hospital Universitario de Zhejiang (China), envía neutrófilos, monocitos y células NK (Natural Killers) para posteriormente enviar linfocitos T y linfocitos B, que liberan anticuerpos.
¿Y por qué aparecen los síntomas? Precisamente, porque nuestro sistema inmunológico está luchando contra el virus. Secreción nasal, tos fiebre, dolor de garganta y malestar son intentos de nuestro cuerpo de eliminar la infección.
A partir del día 15: curación o mayor gravedad
Cuando pasan dos semanas desde la infección, generalmente nuestro sistema inmunológico elimina el virus y nos curamos. ¿Cómo? "Interrumpiendo su proceso de replicación y destrucción de las células la mayoría de las veces".
La vacunación también influye ya que supone un entrenamiento para las defensas que, cuando se enfrentan al virus real, ya saben cómo tienen que actuar.
Sin embargo, en algunos casos, la infección no evoluciona tan favorablemente y consigue llegar a los pulmones provocando un cuadro más grave que en algunos casos requiere de hospitalización y en otros puede llevar incluso a la muerte.
En otros casos, a pesar de que el paciente se ha recuperado completamente de la enfermedad, este puede desarrollar el llamado 'Covid persistente', un mantenimiento de determinados síntomas que persisten tiempo después de haber superado la enfermedad.