Blázquez ha intervenido este viernes en el encuentro informativo Forum Europa, junto al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, para presentar la Semana Santa vallisoletana.
Al ser preguntado por su opinión sobre la derogación de la prisión permanente revisable, el responsable de los obispos españoles ha señalado que "es una cuestión que discuten los políticos", a los que la sociedad ha encomendado esa labor.
"Es tremendo a veces a lo que asistimos en nuestra sociedad, y a lo que acabamos de asistir, que nos ha tocado profundamente; Ahora, ¿qué va a pasar?", ha reflexionado Blázquez en referencia al asesinato del niño Gabriel Cruz y las repercusiones sobre su familia "destrozada" y "la vida de una mujer".
"Somos sensibles a este tipo de acontecimientos que a todos nos hieren y nos preocupan; comprendo que la sociedad tiene que defenderse eficazmente", pero sin olvidar que "nunca hay que perder la dignidad de la condición humana", ha añadido.
El presidente de la Conferencia Episcopal ha preguntado: "¿Qué se puede hacer? Yo no lo sé".
Por su parte el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha defendido la derogación de la prisión permanente revisable, tal y como hizo su grupo parlamentario ayer en el Congreso durante el pleno que dio un paso más para derogar esta figura.
Puente ha pedido que se haga un debate con "suficiente sosiego" y ha aludido a razones constitucionales para derogar esta pena, como el elemento resocializador que debe tener.
Además, cree que la prisión permanente revisable condena doblemente, ya que anticipa la posibilidad de que vuelva a delinquir.
"Se le hace un doble juicio, por lo que ha hecho, y otro segundo imposible por lo que pueda llegar a hacer", ha dicho Puente, quien ha insistido en que "nadie puede prever si va a volver a delinquir".
Además, el alcalde ha valorado el espíritu de la pastoral penitenciaria de la Iglesia sobre este tema.
"El ruido es muy fuerte y es difícil de imponer un discurso de este calado, pero yo no renuncio a ello", ha dicho el edil socialista, quien ha recordado que así también lo defienden un centenar de catedráticos de derecho penal.