El colombiano Jorge Ignacio Palma, responsable de la desaparición del cuerpo de la joven española Marta Calvo y supuesto autor de su muerte y de la de otras dos mujeres, negó este miércoles que matara a ninguna de las tres víctimas, pero reiteró que sí la descuartizó.
Palma declaró ante el tribunal de Valencia (este) que lo juzga que nunca tuvo intención de hacer daño, sin embargo, reiteró que desmembró el cuerpo de Marta Calvo y lo tiró en bolsas a dos contenedores de dos localidades de la provincia de Valencia.
El acusado, que está en prisión provisional desde finales de 2019, cuando confesó haber descuartizado el cuerpo de la joven, está acusado de su muerte y de las de Arliene Ramos y Lady Marcela en el transcurso de unas prácticas sexuales con cocaína y probablemente otras sustancias.
Durante el desarrollo del juicio, la Guardia Civil, aunque al principio vio verosímil el descuartizamiento de Calvo porque pudo acreditar que Palma compró sierras, bolsas y productos de limpieza, dudó de esa teoría por la ausencia de perfiles genéticos en el supuesto escenario y la búsqueda en los vertederos. El cuerpo de Marta Calvo nunca apareció.
La versión del acusado
El acusado declaró que, cuando descubrió que la joven estaba muerta en la casa donde habían ido a mantener relaciones sexuales, pensó en suicidarse "por desesperación", ya que tiene antecedentes por tráfico de drogas y es colombiano.
Palma aseguró que el encuentro de ambos para mantener relaciones sexuales se desarrolló de manera "normal", que ambos se acostaron y que cuando despertó ella no respondía, observó un gesto "extraño" y la notó "fría", y que no tenía latido, pero no le pareció "oportuno" llamar a los servicios de emergencia.
Aseguró hoy que tenía miedo y estaba "muy desesperado" durante los días que pasaron desde que tiró los restos de la joven hasta que se entregó a la Guardia Civil, el 4 de diciembre, y tenía pensado suicidarse pero finalmente pensó que si no había quitado la vida a nadie, por qué se la iba a quitar él.
Palma admitió ser consumidor habitual de cocaína, que llevaba para su consumo en las llamadas "fiestas blancas" en prostíbulos, en las que a veces se hace "un uso erótico", pero negó que alguna vez haya colocado la sustancia en los genitales de mujeres.
Las otras víctimas
Sobre Arliene Ramos, también fallecida, declaró que cuando se fue tras mantener una cita con ella, estaba consciente, y sobre la otra víctima, Lady Marcela, de cuya muerte también se le acusa, dijo no ubicarla.
Por estos presuntos crímenes, más los de abusos sexuales, la Fiscalía en las conclusiones de la instrucción pidió penas que suman 130 años de prisión por tres delitos de homicidio, once de abusos sexuales.