Elisa Mouliaá, primera mujer que ha puesto una denuncia formal contra Íñigo Errejón por violencia sexual, ha hecho sus primeras declaraciones ante las cámaras de televisión desde que se conoció el escándalo en torno al exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados.
En una entrevista que le ha hecho una reportera en la calle y que ha emitido Antena 3, la actriz y presentadora ha sido contundente en sus afirmaciones contra el comportamiento del exdiputado y se ha reafirmado en sus razones para denunciarlo.
Afirma que se animó a poner la denuncia cuando, tras la dimisión de Errejón y ver cómo empezaban los comentarios que ponían en duda las denuncias de violencia sexual que se habían publicado en redes sociales, empezó a revivir su historia y se dijo que tenía que hacerlo público.
Señala que Errejón "es una persona que no está bien de la cabeza" porque "la primera hora que conoces a una persona no la encierras en un cuarto y la empiezas a tocar".
"No quiero ir de víctima"
Insiste Mouliaá que "no quiero ir de víctima porque no me afectó y no quiero que me afecte". Confiesa que "estaba ilusionada con él por su discurso político y lo admiraba" y que le da mucha pena que esto esté pasando porque "[Sumar] me parecía un partido político esperanzador y muy bueno para España, pero he considerado que al final lo más importante son las mujeres".
Hace hincapié en que lo que pretende con su denuncia es decir que las mujeres que están relatando esos comportamientos de Errejón "tienen razón" porque ella así lo vivió.
"Acabé en su casa no sé por qué"
Relata Mouliaá que "la Policía fue encantadora conmigo, me ayudó a sentirme en confianza para contar los detalles", y que aportó como pruebas unas capturas de pantalla de conversaciones "en las que yo le decía a mis amigas que este pavo está zumbao".
Continúa diciendo que lo que ella ha contado en la denuncia "es lo que aparece en las capturas: que acabé en su casa, aunque sea contradictorio, porque ni siquiera sé por qué, que mi padre me llamó en el taxi...". Llamó para avisarle de que su hija estaba enferma. "Y él no me dijo que lo sentía, que fuéramos a mi casa... No dijo nada", ha indicado.
"Llegamos a su casa y yo me sentí súper revuelta. Continuó la movida y ya le paré y dije que no me estaba sintiendo a gusto", ha dicho. "Me sentía súper invadida y es que además no habíamos hablado nada. No tuvimos una conversación ni un flirteo", confiesa.
"Mi hija me salvó porque esa noche hizo que me despertara del shock, flipara con esta persona y me largara", ha reconocido y añade que no le conocía personalmente y que ese día se le cayó un mito.
Afirma que ni Errejón ni nadie del entorno se ha puesto en contacto con ella después de su denuncia y que no le ha dejado de seguir en este tiempo en las redes sociales "por ser quien era" aunque sí silenció sus notificaciones
Su manera de actuar seguía un patrón
Asegura que le están llegando relatos de chicas que revelan que la manera en la que actuó con ella aquella noche la repetía siempre "era un patrón". Insiste en que tenía que contarlo por su conciencia porque cree que "es una persona que no está bien de la cabeza", "un psicópata narcisista", zanja.
Concluye diciendo que ella no entiende de materia penal, que sólo ha contado su relato y que sólo sabe que "sólo sí es sí". Asegura además que van a salir más nombres tanto de gente de izquierdas como de derechas, no sólo de política también de la industria cultural, gentuza hay en todos lados".