Según el informe Mundial de la ONU sobre cocaína 2023 publicado en Viena, la producción alcanzó casi las 2.000 toneladas de clorhidrato de cocaína cuando comenzó la pandemia, más del doble que en el año 2014. Producción de máxima pureza, que una vez mezclada, aumenta notablemente los beneficios de los narcotraficantes y multiplica los riesgos de los consumidores. Un importante incremento de la oferta que va acompañado de una subida constante de la demanda.
El potencial de expansión del mercado de la cocaína, advierte la ONU, debería ponernos a todos en alerta máxima. El informe señala además que el panorama delictivo se está fragmentando y cada vez con más grupos criminales implicados y que las rutas también están mutando porque los grandes puertos del Mar del Norte, como Amberes, Hamburgo o Rotterdam, han sustituido a España y Portugal como puertos frecuentes de entrada de esta droga a Europa Occidental. Eso sí, han crecido las incautaciones por parte de las fuerzas de seguridad de todo el mundo hasta alcanzar la cifra récord de 2.000 toneladas en 2021.
La ONU habla de alerta máxima
Avisa Naciones Unidas de que, aunque los mercados tradicionales siguen siendo América y Europa, la ingente producción de cocaína a nivel mundial permitiría una rápida expansión hacia Asia y África.
Desde la Fundación FAD Juventud, su directora de comunicación Beatriz Pestaña, reconoce que el aumento en la producción de cocaína es un dato muy preocupante, pero considera que es más peligroso que no baje la demanda. Y eso "sólo se consigue a través de la prevención y de las estrategias educativas". Y lamenta que España siga siendo uno de los países del marco europeo con mayor consumo de cocaína.