Durante las vacaciones muchas personas cogen un vuelo para visitar a la familia o amigos que viven en el extranjero. Entre el equipaje, es normal incluir aquellos alimentos y bebidas que echan de menos de sus lugares de origen y les es imposible encontrar allí donde viven. También, cuando se visita un país se suele comprar algún producto típico para regalarlo a nuestros seres queridos y probarlo en casa.
Sin embargo, a la mayoría de personas se le plantean numerosas dudas a la hora de subir comida y bebida en el avión. Por eso, aquí se detallan las normas actuales en relación al transporte de alimentos en nuestro equipaje.
¿Puedo llevar comida en el avión?
En los vuelos cortos, las tarifas más baratas de billetes no incluyen ningún tipo de alimentos durante el trayecto. Por ello, y ante el elevado precio de los alimentos que venden las aerolíneas, muchos viajeros prefieren llevar su propia comida.
En general, no hay ninguna regulación que impida llevar comida al avión y la entrada de comida se permite siempre que sea:
- Comida de tipo sólido sin incliur ningún tipo de líquido, es decir, que sea un producto seco
- Aquellos productos comprados después de pasar el control de seguridad del aeropuerto, incluso aunque lleven líquido
Sin embargo, según el origen y destino del vuelo, estas restricciones pueden cambiar, pues se rigen según las normativas de cada país.
Vuelos dentro de la Unión Europea
Alimentos
Si se viaja entre dos países de la Unión Europea, lo normal es que no haya restricciones en relación a los alimentos en el avión. Así, se pueden introducir productos de origen animal y vegetal, puesto que los estados miembros de la UE cumplen las normas veterinarias comunitarias.
Líquidos
Por su parte, los líquidos -como agua u otras bebidas, sopas, salsas, cremas y aceites- deben llevarse en envases individuales con una capacidad máxima de 100 ml. Además, tienen que ser introducidos en una bolsa o neceser de plástico transparente.
En cuanto a los alimentos (dietas concretas o comida de niños) o medicinas en estado líquido que se tengan que usar durante el viaje, se podrán meter en el avión siempre que se justifique su uso con una receta o un informe médico.
Vuelos de fuera de la Unión Europea
Si se viaja a la Unión Europea desde un país que no es miembro, es importante saber que el Reglamento CE 206/2009 de la Comisión Europea aplica "procedimientos y controles veterinarios estrictos" para los productos de origen animal que vayan en el equipaje de pasajeros procedentes de países extracomunitarios.
Con esta norma se busca proteger la salud de las personas y animales contra enfermedades infecciosas procedentes de productos de origen animal. En general, la regulación afecta a productos cárnicos, lácteos y sus derivados (quesos, embutidos…), limita el transporte de alimentos con carne o leche (empanadas o pastas rellenas) y de pescados o mariscos.
Alimentos
Las comidas que sí se pueden introducir en un avión procedente de un destino fuera de la UE son:
- Leche en polvo u otras comidas para lactantes y alimentos especiales para humanos o animales domésticos que sean necesarios por razones médicas. Estos artículos no han debido ser refrigerados previamente, serán de marca comercial e irán perfectamente envasados. La cantidad máxima permitida para estos productos es de 2 kg.
- Pescados eviscerados, frescos o procesados (hasta 20 kg. o en una sola pieza) y algunos mariscos como langostinos, bogavantes, mejillones y ostras. La cantidad de caviar de esturión, al provenir de especie protegida, se limita a 125 gramos por persona.
- Miel hasta 2 kg.
- Aceitunas rellenas de pescado
- Cualquier otro alimento sin carne o leche y que contenga menos de un 50% de huevos procesados o productos pesqueros.
Líquidos
- Caldo de carne concentrado
- Caldos y condimentos envasados para sopas
Como excepción, este reglamento no se aplica a los alimentos que no superen los 10 kilos y procedan de Andorra, Croacia, Groenlandia, Islandia, Islas Feroe, Liechtenstein, Noruega, San Marino y Suiza.
