Aunque la llegada de la primavera viene acompañada de una subida de las temperaturas y de cielos despejados, también son muchas personas las que notan más apáticos, con dolor de cabeza o con dificultades para conciliar el sueño, esto es lo conocido como astenia primaveral.
Desde la página web de Sanitas explican que la astenia primaveral está causada por la coincidencia de los siguientes de factores ambientales:
- El cambio de tiempo. Con la primavera aumentan los termómetros y la presión atmosférica.
- Incremento de las horas de luz solar: a medida que se acerca el verano los días son más largos.
- El cambio al horario de verano: este domingo 26 de marzo los relojes se adelantarán una hora, a las 02:00 horas serán las 03:00.
- Como consecuencia de los anteriores aspectos, se modifica la rutina diaria, es decir, cambiamos los horarios de sueño y de comidas.
Todo esto, hace que se produzcan cambios en el organismo humano ya que "alteran la regulación de los ritmos circadianos mediante un cambio en la secreción de determinadas hormonas: endorfinas, cortisol, melatonina, etc. Se trata de una alteración de los ritmos biológicos.
"Es como si el organismo despertara de un letargo invernal, marcado por las bajas temperaturas y las pocas horas de luz diurna", declaran.
Síntomas de la astenia primaveral
Con el cambio de estación "más de la mitad de la población presenta alguno de los síntomas":
- Cansancio y somnolencia durante el día.
- Falta de energía.
- Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
- Irritabilidad.
- Ansiedad.
- Pérdida del apetito.
- Dolor de cabeza.
- Disminución de la libido.
- Problemas de concentración.
- Falta de motivación.
¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer la astenia primaveral?
Los síntomas de la astenia primaveral suelen durar entre una y dos semanas. Sin embargo, en las personas alérgicas al polen pueden tardar algo más de tiempo en adaptarse.
Cómo combatir la astenia primaveral
Los expertos ofrecen los siguientes consejos para combatir los síntomas de la astenia primaveral.
- Anticiparse al cambio horario cambiando la rutina diaria de comidas y sueño de manera gradual.
- Realizar ejercicio ayuda a conciliar el sueño y a liberar estrés.
- Cambios en la comida: es bueno que los alimentos sean menos hipercalóricos y aumente el consumo de frutas y verduras frescas.
- Se incrementa la necesidad de hidratación con el calor.
- Cenar al menos una hora antes de acostarse.
- Mantener la habitación a una temperatura adecuada y a oscuras para ayudar a la secreción de melatonina.
- No tomar vitaminas sin recomendación médica.