Este último fin de semana de octubre, toda España volverá a estar pendiente de sus relojes. El motivo es que se produce un nuevo cambio de hora con el que daremos paso otro año más al horario de invierno.
La madrugada del 28 al 29 de octubre (sábado a domingo) atrasaremos los relojes una hora adelantando el horario, de forma que a las 03:00 horas serán otra vez las 02:00 horas y dormiremos una hora más.
Por qué se cambia la hora
La principal razón con la que se justifica este cambio es el ahorro de energía mediante el mejor aprovechamiento de la luz natural, ya que adelantando los relojes una hora, amanece más temprano y se reajustan los horarios de la población a las horas de luz.
¿Y por qué se realiza siempre durante la madrugada? Porque así se minimiza el impacto en la sociedad, tanto fisiológico como económico. Aunque hay personas que dicen notar mucho este reajuste horario, según los expertos, es cuestión de días que el cuerpo termine habituándose: "La mayoría de personas no siente nada o las alteraciones orgánicas le duran entre dos y cinco días", señala el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, Jesús Porta.
¿Cuál es el origen del cambio de hora en España?
Una de las primeras notificaciones de cambio de hora que se tienen en el mundo datan de la Primera Guerra Mundial, cuando países como Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos decidieron introducir el horario de verano para conservar energía de cara al conflicto. El objetivo era adelantar los relojes para esperar una hora más a encender la luz.
En España, el cambio de hora se recogió por primera vez el 7 de marzo de 1940 cuando, en plena dictadura de Francisco Franco, se publicó en el Boletín Oficial del Estado una orden que recogía "el adelanto de la hora legal en 60 minutos" por la "conveniencia de que el horario nacional marche de acuerdo con los de otros países europeos".