El ibuprofeno es uno de los medicamentos más comunes que cualquier persona puede tener en casa. Pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos que se utiliza sin prescripción médica y está destinado a aliviar dolores de leves a moderados, además de inflamaciones y fiebre.
Junto con el paracetamol, el ibuprofeno es uno de los medicamentos más populares en nuestro país y lo pueden tomar niños, adolescentes y adultos. Según informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) lo más recomendable es utilizar la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo posible para controlar los síntomas.
Tal y como advierte la AEMPS, es fundamental leer el prospecto antes de utilizarlo. Este describe los casos en los que se recomienda su administración, y en el caso del ibuprofeno, está indicado para el tratamiento de la fiebre; el dolor de intensidad leve o moderada, incluida la migraña; el tratamiento de la artritis (inflamación de las articulaciones, incluyendo habitualmente las de manos y pies, dando lugar a hinchazón y dolor); la artritis reumatoide juvenil; la artrosis (trastorno de carácter crónico que ocasiona el daño del cartílago); la espondilitis anquilosante (inflamación que afecta las articulaciones de la columna vertebral); la inflamación no reumática y la dismenorrea primaria (menstruación dolorosa).
En el caso de que el ibuprofeno provoque reacciones adversas, como erupciones cutáneas, lesiones en las membranas mucosas, ampollas u otros signos de alergia, la AEMPS aconseja detener de inmediato la toma y acudir al médico, ya que estos síntomas pueden ser la primera señal de una reacción cutánea muy grave.
En qué casos no se debe tomar ibuprofeno
Aunque pueda adquirirse sin prescripción médica, el ibuprofeno no está recomendado para todos los pacientes. Su uso está desaconsejado en los siguientes casos:
- Si es alérgico (hipersensible) al ibuprofeno, a otros medicamentos del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos, a la aspirina o a cualquiera de los demás componentes de este medicamento. Las reacciones que indican alergia son la erupción cutánea con picor, hinchazón de la cara, labios o lengua, secreción nasal, dificultad respiratoria o asma.
- Si la persona sufre una enfermedad grave del hígado o los riñones.
- Si ha tenido una úlcera o hemorragia de estómago o de duodeno o ha sufrido una perforación del aparato digestivo.
- Si vomita sangre.
- Si las heces son negras o hay diarrea con sangre.
- Si padece trastornos hemorrágicos o de la coagulación sanguínea, o está tomando anticoagulantes (medicamentos utilizados para «fluidificar» la sangre). Si es necesario utilizar a la vez medicamentos anticoagulantes, el médico realizará unas pruebas para la coagulación sanguínea.
- Si sufre insuficiencia cardíaca grave.
- Si está embarazada y se encuentra en el tercer trimestre.