A la hora de hacer un viaje en coche este verano, es muy importante revisar previamente los neumáticos del vehículo que se va a utilizar, puesto que son el único elemento de contacto con la carretera. A continuación, descubre todo lo que debes comprobar de las ruedas del coche para no sufrir ningún contratiempo estas vacaciones.
Examina la presión
Antes de hacer un viaje largo o llevar una carga adicional, hay que comprobar siempre la presión de los neumáticos, ya que conducir con los neumáticos mal inflados, puede dañarlos y afectar negativamente al manejo del vehículo y al consumo de combustible.
Se debe saber que no existe una única presión generalizada para todos los vehículos, puesto que cada fabricante recomienda una presión de neumáticos distinta. Por ello, es necesario consultar la pegatina de referencia del vehículo, que suele estar en la puerta del conductor o en la tapa del depósito de combustible. En caso de no encontrarla, se puede recurrir al manual del coche para obtener esta información.
Cabe destacar que la presión de los neumáticos se comprueba mediante un manómetro y hay que verificar su correcto estado cuando las ruedas estén frías. Además, no hay que olvidarse de constatar la presión de la rueda de emergencia.
Comprueba la profundidad
Se exige que la profundidad de la banda de rodadura de los neumáticos de invierno y de verano sea de 1,6 milímetros (como mínimo) para evitar el aquaplaning y los derrapes.
Observa con atención el estado de los neumáticos
Ver de cerca el estado de los neumáticos permitirá comprobar si hay cortes, desgarros, grietas o moretones en la banda de rodadura y los flancos. Si se encuentra alguna falta, hay que ponerse en contacto con el taller de neumáticos más cercano para evitar pinchazos en la carretera.
Cambia los neumáticos en caso necesario
Los neumáticos se deterioran por distintas circunstancias tanto si rueda asiduamente como si está almacenado. Generalmente, el consejo de los fabricantes es que habría que cambiarlos cada cinco años o 45.000 km, pero permutarlos con regularidad favorece un desgaste uniforme de la banda de rodadura y ayuda a que el neumático funcione como es debido.
Asegúrate de llevar el neumático de repuesto
Muchos conductores tienen un neumático de repuesto en su coche. Es importante tomarse un momento antes del viaje para inspeccionarlo y comprobar que la presión del neumático sea correcta y que no haya ningún problema visible.
No cargar el coche excesivamente
En el manual de instrucciones del vehículo se pueden encontrar las recomendaciones de peso máximo. Es fundamental respetar estos límites, ya que las cargas excesivas suponen un gran esfuerzo para las ruedas y afectan a la maniobrabilidad y el manejo del vehículo.