Granada ha vivido una jornada de pánico debido a una treintena de terremotos en apenas unas horas, lo que propició la salida de los vecinos a las calles en plena noche por miedo a nuevos temblores.
Los seísmos fueron prácticamente consecutivos, con epicentro en Santa Fe y de magnitud 4,2 (a las 22:36 horas), de 4,2 (22:44 horas) y de 4,5 (22:54 horas), unos temblores de mayor virulencia seguidos de una treintena de réplicas que causaron miedo entre los vecinos de la capital granadina.
Se trata de un enjambre sísmico, así denominado por los expertos cuando hay varios eventos sísmicos como terremotos durante un corto periodo de tiempo. La racha y el tiempo pueden variar, aunque los distintos servicios geólogos afirman que un evento de estas características puede prolongarse durante días, semanas e incluso meses.
La diferencia con los terremotos que son sucedidos por réplicas radica en que no se observa un único seísmo que pueda ser catalogado como el movimiento principal de toda la secuencia. Este fenómeno ya se ha dado en España, en Sabiote y Torreperogil, tres localidades de la provincia de Jaén que registraron entre octubre de 2012 y febrero de 2013 varios terremotos superficiales en apenas unas horas de varios días en ese periodo de tiempo.
Consejos: cómo prepararse y qué hacer antes de un terremoto
Las primeras sensaciones ante un terremoto son las ya conocidas: se nota el movimiento de todos los objetos a nuestro alrededor y su sonido aumenta según la intensidad del seísmo. Según datos del Gobierno, un incremento de un dígito de magnitud implica que la energía liberada es 30 veces superior a la magnitud inferior.
Así, ¿cómo hay que prepararse antes de que suceda? El Instituto Geográfico Nacional de España publicó unas infografías en las que advierte de la importancia de contar con un botiquín de primeros auxilios, además de unas linternas de dinamo, agua embotellada y comida no perecedera, un silbato, una radio con pilas y un extintor.
También se recomienda hacer simulacros y hablar con la familia sobre cómo actuar en caso de terremoto, así como tener identificadas las zonas seguras y las salidas de emergencia del domicilio, colegio o lugar de trabajo. Se debe saber cómo cerrar las llaves de agua, gas y luz, revisar los enchufes y conocer los teléfonos de emergencias tales como ambulancias, policía o bomberos.
Se debe asegurar firmemente los objetos que puedan ocasionar daños, como cuadros, espejos, lámparas, armarios o librerías, entre otros. Un aspecto clave es no colocar en zonas altas objetos que sean pesados como macetas, jarrones, botellas o televisores.
Durante el terremoto
Con estas recomendaciones presentes y con el terremoto ya comenzado, los expertos señalan que es primordial mantener la calma destacan las acciones que debe seguir cada persona: quedarse en el lugar donde se encuentre, agacharse -lo más cerca posible del suelo-, cubrirse con un objeto contundente y agarrarse.
Si el terremoto ocurre mientras se encuentra en el interior, hay que alejarse de muebles, ventanas y lámparas; en caso de suceder en el exterior, se debe alejar de edificios, muros y postes eléctricos. Si el seísmo pasa mientras se conduce, se debe parar en un lugar seguro, encender las luces de emergencia y permanecer dentro del vehículo.
Si utiliza silla de rueda, hay que frenar en un lugar seguro y protegerse la cabeza con los brazos. Por último, si el terremoto tiene lugar en un lugar de asistencia masiva, las recomendaciones pasan por protegerse la cabeza con los brazos o resguardarse debajo de asientos y mesas.
Qué se debe hacer después del terremoto
Una vez que ha acabado el seísmo, se debe cerrar las llaves de agua, luz y gas, utilizar siempre las escaleras para desplazarse en un edificio y no ascensores, así como estar atento ante cualquier posible fuego para apagarlo. Se aconseja iluminar siempre con linternas y no entrar en edificios dañados.
El Instituto Geógrafico Nacional también recoge el supuesto de estar atrapado: en este caso, hay que cubrirse la boca y la nariz, y evitar gritar por la posible entrada de polvo que puede causar asfixia. Para indicar la posición, se aconseja golpear con un objeto.
En el caso de que haya heridos, no se debe mover a las personas que se encuentren en estado grave ni con un peligro inminente de sufrir más daños.
También hay que estar alerta ante posibles réplicas, no usar el teléfono a menos que sea estrictamente necesario y solo hacer caso de las informaciones de organismos y autoridades oficiales.