Las playas en España son mantenidas por los municipios individuales, lo que significa que pueden regular su uso a través de sus propias ordenanzas, que se ejecutan junto con la principal la Ley de Costas 22/1988. En el caso del uso de gel y champú, es la propia Ley de Costas la que lo prohíbe en todo el territorio español.
Lavarse con jabón y champú en las duchas de la playa es ilegal en todas las playas españolas. En algunas regiones esto también se aplica al lavado con jabón en el agua del mar. Y atención porque en caso de incumplir esta norma, la multa por ello rondaría los 750 euros.
El principal motivo es el ecológico. El uso de los champús y jabones en las duchas puede hacer que los nitratos y fosfatos de los productos acaben en el agua marina. Esto haría que se formen manchas por la proliferación de las algas unicelulares y como resultado el agua de vuelva turbia. Para evitar que esto pase, además de evitar el uso de los productos, habría que conectar las duchas a la red de alcantarillado.
El jabón tiene un impacto negativo en la vida marina. Muchos de los fosfatos funcionan como fertilizante que casa mucho daño en los seres que componen esa vida marina. Además, el uso de duchas está pensado únicamente para retirarse la arena tras disfrutar de un día de playa. Si se usa como ducha, el consumo de agua se dispara en un uso para el que no está pensado.
Otras multas en la playa
Dormir en la playa puede ser un plan romántico o un recurso para aquellos que se han alargado demasiado la fiesta. Sin embargo, puede salir caro. En varias regiones, pasar la noche durmiendo en la playa o acampar en ella está completamente prohibido y puede suponer una multa de hasta 1.500 euros.
El nudismo es una práctica popular para muchos, pero si lo practicas en las playas no nudistas, puedes acabar con una multa de hasta 750 euros.
Otras acciones pueden acabar en una multa de hasta 300 euros. Entre ellas se encuentran arrojar colillas, dejar cáscaras de pipas y otros frutos secos y basura en la playa, así como el uso de equipos de sonido e instrumentos musicales a gran volumen. Las infracciones más graves pueden acarrear multas de hasta 900 euros.
En algunas playas, jugar a las palas y otros equipos deportivos sólo está permitido en las zonas designadas. Hacer una barbacoa en la playa no es una buena idea. En la mayoría de los casos, hay que pedir autorización a la policía antes de encenderla. En algunas zonas, se pueden imponer multas de hasta 3.000 euros por hacerla sin autorización.
