Este viernes ha llegado a España la segunda ola de calor del verano que dejará este fin de semana temperaturas superiores a los 40 grados, según ha explicado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, que también ha advertido de que nos encontramos a las puertas de un episodio cálido donde las temperaturas serán muy elevadas tanto de día como de noche.
El tiempo este fin de semana
El sábado predominarán los cielos poco nubosos en todo el país y el viento ya amainando. Seguirán subiendo las temperaturas y se superarán los 35ºC no solo en el centro y mitad sur, sino también en la meseta norte del Ebro y puntos de Baleares, Badajoz, Sevilla y Córdoba alcanzarán los 40ºC, por ejemplo.
El domingo se espera una nueva subida de los termómetros con noches tropicales en el Mediterráneo, zona centro y mitad sur y mucho calor prácticamente en todo el país, tanto en la Península como en Canarias.
Riesgos de una ola de calor extremo
Las elevadas temperaturas provocan en el cuerpo una serie de afecciones de las que tenemos que estar pendientes para poder tratarlas y anticiparnos a un posible aumento de la gravedad de las mismas.
Según explica la BBC, una de las principales situaciones que nos ocurre cuando nos exponemos a altas temperaturas es que los vasos sanguíneos se dilatan y se abren a medida que el cuerpo se va calentando. El corazón trabaja más para llevar la sangre al resto del cuerpo, lo que puede causar síntomas como sarpullido con picazón o pies hinchados.
Otra reacción es el sudor, que puede llevar a la pérdida de líquidos y sal, lo que combinado con la presión arterial baja, puede hacer que nos dé un golpe de calor, cuyos síntomas son: mareos, náuseas, desmayo, confusión mental, calambres, dolor de cabeza o cansancio. Si la presión arterial baja muy rápidamente, nos enfrentamos a mayor riesgo de ataques cardíacos.
Qué es el estrés térmico y por qué ocurre
Otra de las cosas que podemos sufrir en una ola de calor es el estrés térmico, es decir, la "carga neta de calor a la que los trabajadores pueden estar expuestos, resultado de tres factores: calor ambiental del lugar de trabajo, calor generado por la actividad física realizada y la vestimenta utilizada", según el sindicato CSIF.
Síntomas y peligros que entraña
Entre los trastornos que podemos sufrir si padecemos estrés térmico están las alteraciones cutáneas, leves efectos del sudor, edema en manos y pies, calambres o agotamiento por calor.
Además, también podemos experimentar un golpe de calor, es decir, un aumento de la temperatura corporal provocado por la exposición prolongada al sol o por hacer ejercicio en ambientes calurosos, pérdida de agua y minerales esenciales para un buen funcionamiento.
Cómo combatir el estrés térmico
Según el sindicato, entre las medidas que podemos tomar para prevenirlo están las siguientes:
- Disminuir la temperatura corporal: quitar algo de ropa, tener a mano algún ventilador o abanico que dé aire.
- Aumentar el consumo de agua y evitar las bebidas azucaradas y el alcohol.
- Utilizar alguna protección para la cabeza.
En caso de encontrarse mal, se recomienda: adoptar una postura semisentada para facilitar la respiración o colocar compresas de agua tibia en frente, nuca y cuello.