A la hora de explicar qué es la fibromialgia es muy probable que las palabras se queden cortas para expresar lo que las personas que padecen este síndrome crónico sienten cada día de sus vidas. Y es que se trata de una afección que causa dolores generalizados en todo el organismo, lo que les lleva a experimentar un agotamiento y un sufrimiento constantes.
Para ser más concretos nos remitimos a las palabras de la Fundación Española de Reumatología: "La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular. La palabra fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones)".
Qué es
A pesar de la explicación anterior, lo cierto es que aún hay un cierto desconocimiento en torno a qué es lo que provoca la fibromialgia o cuándo se puede diagnosticar. No en vano, una de sus características es que no aparecen hinchazones. Asimismo, las articulaciones no presentan dolor, con lo que resulta más complicado encontrar el motivo de los síntomas. Eso sí, estamos hablando de una enfermedad que fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud en el año 1992 y que se encuentra clasificada con código M79.7, formando parte de las enfermedades de reumatismo no articular.
Así pues, para explicar qué es la fibromialgia, es complicado remitirse al origen de la misma, ya que puede aparecer por motivos muy diferentes que incluso pueden ser psicológicos. Algunos de los más comunes son los siguientes:
- Infecciones bacterianas o virales.
- Problemas psicológicos relacionados con situaciones personales complicadas (estrés, trastornos de sueño, rupturas, fallecimientos…).
- Enfermedades como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso.
¿Quiénes suelen padecer esta enfermedad?
En la actualidad se calcula que entre un 2% y un 6% de la población la padece. Cualquier persona puede sufrir fibromialgia, aunque los estudios realizados a las personas afectadas aportan indicadores interesantes para comprender cuáles son los segmentos de población más proclives a padecerla:
- Las mujeres tienen el doble de opciones que los hombres.
- Por regla general, quienes la padecen son de mediana edad.
- Además, si algún familiar la sufre, también aumentan las posibilidades.
- Las personas que tienen enfermedades como el lupus o la artritis reumatoide son más propensas.
Síntomas de la fibromialgia
Para diagnosticar fibromialgia, además de atender a las causas ya mencionadas, los reumatólogos realizan una amplia exploración física del paciente para contemplar si se trata de este síndrome o no. "El médico identifica dolor a la presión en unos puntos determinados del cuerpo. Cuando los puntos dolorosos son más de once de los dieciocho señalados en una persona con dolor generalizado, se puede hacer el diagnóstico de fibromialgia", explica en un artículo de la Clínica Universidad de Navarra el doctor Javier Nicolás García, especialista del Departamento de Medicina Interna.
- En cuanto a los síntomas de la fibromialgia que llevan a realizar las citadas pruebas, los más habituales son los siguientes:
- Continuo dolor muscular en todo el cuerpo
- Fatiga y cansancio constantes
- Falta de concentración y otras lagunas mentales
- Episodios de ansiedad o depresión
- Problemas para dormir
- Malestar abdominal
- Hipersensibilidad a los fenómenos ambientales (luz, ruido…)
- Dolores de cabeza
- Hormigueo en pies y manos
- El cuerpo tiende a desequilibrarse, sintiendo incluso vértigo
Tratamiento de la fibromialgia
Una vez expuesto qué es la fibromialgia y sus síntomas es el momento de apuntar cuál es el tratamiento para afrontar esta enfermedad. Lo primero que hay que señalar al respecto es que no hay un método estándar para cualquier persona, sino que las medidas que se tomen deberán estar adecuadas a cada caso, ya que, como se ha visto anteriormente, las causas pueden ser muy diferentes.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, "la fibromialgia se trata con una combinación de terapias, las que pueden incluir medicamentos, cambios de estilo de vida, terapia conversacional y tratamientos complementarios". Esto quiere decir que el médico especialista tiene ante sí una amplia amalgama de posibilidades que van desde la receta de medicinas (analgésicos, calmantes, antidepresivos…), hasta los tratamientos terapéuticos. Asimismo, se instará al paciente a un cambio en su estilo de vida (hacer ejercicio regularmente, dieta saludable, masajes habituales…). De su criterio dependerá que este sea tratado de un modo u otro.