Si te duele la espalda, tranquilo, no estás solo, ocho de cada diez adultos experimentan dolor lumbar en algún momento de sus vidas. Además, esta molestia encabeza la lista de los problemas de salud crónicos más frecuentes en España, afectando al 18,6% de la población, según recoge el último informe anual del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El dolor de lumbar suele ser multifactorial, es decir, que está influido por diferentes factores que hacen que suframos molestias en esta zona del cuerpo. Seguir una rutina de ejercicios puedes ayudarnos a prevenir y tratar. Los especialistas apuntan algunos de los motivos más frecuentes:
- Condición física: las molestias en las lumbares son más frecuentes entre las personas sedentarias.
- Edad: los primeros dolores suelen producirse entre los 30 y los 50 años. A medida que las personas envejecen, la pérdida de fuerza de los huesos puede conducir a fracturas y, al mismo tiempo, a una disminución de la elasticidad y el tono muscular.
- Sobrepeso: el aumento de peso fruto de los meses de gestación o el sobrepeso pueden poner en tensión la espalda y propiciar un dolor en la zona más baja.
- Una mala postura: las malas posturas, por ejemplo, conducir jorobado o dormir en una posición incorrecta, incrementan con el tiempo el riesgo de padecer molestias.
- Estrés: la ansiedad, la depresión o el estrés también son una de las causas de la tensión muscular; principalmente propician la aparición de contracturas.
Cómo combatir el dolor de espalda
Si tienes unas leves molestias los expertos ofrecen algunos consejos muy sencillos que puedes probar en casa y que aliviarán el malestar:
- Enfría la zona afectada: durante las primeras 24-48 horas después de una lesión el hielo es la mejor opción, ya que reduce la inflamación.
- Mantenerse en movimiento: aunque te duela, lo mejor es moverse.
- Estar en forma: una vez que el dolor de lumbares remita, y con el objetivo de evitar futuros episodios, puedes empezar a trabajar los músculos, ya que eso ayudará a mantener la postura correcta y la alineación de la columna vertebral.
- Realizar estiramientos: no estés sentado todo el día en la silla de la oficina, levántate cada 20 minutos más o menos y camina de un lado a otro.
- Duerme de manera correcta: el colchón debe estar en condiciones óptimas y no ser ni demasiado blando ni demasiado duro. La mejor postura es dormir boca arriba, colocando una almohada bajo las rodillas y otra bajo las lumbares.
- Vigila la postura al agacharte: nunca te inclines desde la cintura. En su lugar, dobla y endereza las rodillas.
Aunque seamos conscientes de estas pautas que desgranan los especialistas, muchas veces la vorágine diaria nos aboca a realizar las tareas por inercia, sin ni siquiera ser conscientes de cómo nos sentamos, dormimos o incluso caminamos.