Es uno de los platos estrella del verano. Ya sea como tapa en un bar, de ración en un restaurante, preparada en casa o incluso comprada ya hecha en un supermercado. Acompañada de patatas fritas, de picos de pan o con una anchoa coronando ese manjar. No hay verano sin ensaladilla rusa. Su receta se basa en las patatas cocidas, el bonito en aceite, huevos duros, zanahorias, guisantes, aceitunas y todo ello regado por una buena mayonesa. Obviamente, acepta multitud de variaciones en función de gustos.
¿Cuál es el origen de la ensaladilla rusa?
El origen de la ensaladilla rusa tiene diversas interpretaciones. Ese apellido de ruso se lo ganó por un chef francés. Paradójico pero cierto. Se llamaba Lucien Olivier. De hecho no es raro ver la ensalada olivier si vas por algún país europeo. El caso. El cocinero fue a vivir a Moscú y montó un prestigioso restaurante de alta cocina en 1860, el Hermitage.
Allí era habitual que acudiera la aristocracia rusa y grandes intelectuales de la época. En el menú, uno de los platos estrella era la "salat olivye", en francés, o ensalada Olivier. Parece que se componía de carne de perdiz, lengua de ternera, carne de cangrejo, caviar, lechuga, pepinillos, patatas cocidas y aceitunas. Y estaba aliñada con una salsa similar a la mayonesa, con una receta que Olivier nunca compartió con nadie.
Eso hizo que tras la muerte del cocinero, la ensalada dejara de tener ese toque especial que la hacía única. A partir de ahí, se crearon versiones y se modificaron los ingredientes pasando a estar formada por otros más asequibles y no tan propios de la clase alta. Entró en juego el huevo duro, la zanahoria, los guisantes y otros tipos de proteína como pollo o atún.
¿Fue realmente Olivier el inventor?
Pero resulta que Olivier no inventó la receta. Tal y como recoge el blog El Comidista, la receta ya aparecía en un libro de 1985 escrito por Charles Elmé Francatelli. Y éste a su vez adaptó la receta de otro chef, el francés Antonin Carême, que publicó una receta parecida en 1815.
La encontramos con la referencia 'rusa' en un recetario de 1856, La cuisine classique de Urbain Dubois. Era un libro famoso y extendido por España por lo que la ensaladilla rusa ya se comía en España incluso antes de que Olivier abriera su restaurante en Moscú.