A la hora de perder peso, los planes casi siempre se enfocan en dos pilares: dieta y ejercicio. Pero olvidamos de otro gran aliada que nos puede ayudar a conseguir nuestros objetivos. El denominado NEAT un acrónimo que procede de Non-exercise activity thermogenesis.
El NEAT es la energía que consumimos en nuestro día a día que no incluye el ejercicio, comer o dormir. Es decir, el resto de actividades como caminar para desplazarnos al trabajo, subir escaleras, limpiar o simplemente estar de pie. A la semana se estima que despiertos estamos una media de 110 a 115 horas. En el caso de que al ejercicio y a las comidas dediquemos una media de 2 horas al día, quedarían 100 horas de las que podemos obtener muchos beneficios.
De esta manera, haciendo pequeños cambios podemos aumentar nuestro consumo calórico diario. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Si tu jornada es en una silla la mayor parte del tiempo, no olvides realizar paseos cada cierto tiempo. En la medida de lo posible, ve andando dónde puedas, ya sea al trabajo, hacer la compra o simplemente por placer. Otras actividades como la jardinería o el bricolaje son muy efectivas para acelerar ese consumo de calorías. En general, la clave es que te muevas lo máximo posible en tu día a día.
No existe una forma real de medir el NEAT, simplemente se trata de aprovechar las oportunidades a lo largo del día para hacer algo de actividad física. Estos pequeños cambios tendrán un impacto positivo en tu salud y en tu estado de ánimo y de paso, te puede ayudar a perder o mantener tu peso, que que tu consumo calórico aumentará notablemente, especialmente en personas que no suelen mantenerse activas.
Sentido común
Recuerda que la pérdida de peso es una estrategia que se basa en la combinación de diversos factores. Como base, debes tener un plan que sea sostenible en el tiempo tanto por dieta como por ejercicio. De nada vale no comer lo suficiente o excederse en ejercicio porque en unos pocos días fracasaremos. Se trata de hacer las cosas con cabeza. Buscar un déficit calórico moderado. Es decir, quemar más calorías de las que ingieres. Una dieta que sea adherible para ti, es decir, que la puedas mantener no solo el periodo de pérdida de peso, sino que la puedas adquirir como hábito de vida. Y práctica deportiva y el NEAT del que hablamos en este texto.