Como hemos visto a lo largo de los dos años de la pandemia, las muertes van a la zaga del aumento en el número de casos, lo que puede explicar ese incremento de muertes a medida que los casos de Omicron han aumentado en todo el mundo. Ómicron se propaga mucho más rápido que la variante Delta previamente dominante y los estudios sugieren que es cuatro veces más transmisible. Los expertos explican que la mortalidad, de la misma forma que es el último indicador en subir, también es el último en bajar.
En España, la sexta ola ha sobrepasado la cifra de muertos de la cuarta y la quinta ola, si bien, la ministra Carolina Darias considera que es más comparable a la tercera ola ya que la mayoría de contagios en cuarta y quinta se dieron en población joven. Con un aumento tan drástico de contagios como el que ha traído la variante ómicron, el virus ha alcanzado a una gran parte de la población, incluyendo los más vulnerables.
La vulnerabilidad de los no vacunados
Según un informe, la mayoría de las personas que mueren a causa de Ómicron en los EE. UU. no están vacunadas, lo que demuestra que las vacunas marcan una diferencia en la reducción de las hospitalizaciones y las muertes. "Las variantes más infecciosas se propagan por toda la población muy rápidamente", asegura a Reuters Wafaa El-Sadr, profesora de epidemiología y medicina en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. "Incluso a pesar de que esta variante causa una enfermedad menos grave (particularmente entre los vacunados), es probable que todavía veamos un aumento en las hospitalizaciones y muertes debido a la vulnerabilidad de los no vacunados y no reforzados", añade.
Explica que las personas vulnerables tienen una estancia muy larga en el hospital lo que genera una demora en el descenso de la mortalidad: "Pasará un tiempo hasta que veamos una disminución en las muertes, ya que las personas muy enfermas con COVID permanecen hospitalizadas durante mucho tiempo", subraya.
En la misma línea apunta la Dra. Maria Van Kerkhove de la Organización Mundial de la Salud que "aunque ómicron es menos grave que Delta, sigue siendo un virus peligroso. Estamos aprendiendo que las personas con afecciones subyacentes, las personas de edad avanzada, las personas que no están vacunadas pueden tener una forma grave de COVID-19 después de la infección por ómicron". Explica también que las personas que están hospitalizadas con ómicron, pueden prolongar mucho su estancia en el hospital lo que indica que en esos casos, "es menos grave que Delta, pero no leve".
Sobrecarga en los sistemas sanitarios
Apuntan a la sobrecarga de la atención primaria y de la sanidad como otro factor que explica el número de muertes: "ómicron está superando a Delta en términos de circulación y se transmite de manera muy eficiente entre las personas. "Esto está poniendo una carga significativa en nuestros sistemas de salud, que ya están significativamente sobrecargados dado que estamos entrando en el tercer año de esta pandemia". dice el Dr. Van Kerkhove. que lanza una advertencia: "ómicron no será la última variante y la posibilidad de que surjan variantes preocupantes en el futuro es muy real. Y todavía no entendemos cuáles pueden ser las propiedades de esas variantes", dice.