El Congreso de los Diputados validó este martes la tramitación de la ley abolicionista impulsada por el PSOE con 232 votos a favor, 38 en contra y 69 abstenciones. De esta forma, el proyecto de ley ha superado el primer trámite y se llevará de nuevo al Congreso para su aprobación definitiva.
La propuesta, que supone la modificación del artículo 187 del Código Penal, no distingue entre trata y prostitución voluntaria y castiga todo tipo de proxenetismo. Esto ha dividido a la Cámara entre quienes ven la prostitución como una violencia contra la mujer y los que consideran que es un "trabajo sexual" y apuestan por su descriminalización.
Además, esta ley ha abiertouna nueva grita en el seno del Gobierno de coalición ya que parte de Podemos, los siete diputados de En Comú, se han desmarcado y han votado en contra al no estar de acuerdo con la forma.
El debate sobre abolir o regularizar la prostitución no es nuevo, ha dividido desde siempre al feminismo. Pero sí es la primera vez que en democracia se plantea en el Congreso la posibilidad de una ley que prohíba la prostitución en España.
La postura regulacionista diferencia entre la trata y la actividad voluntaria, considerando así que la prostitución es un empleo más y debe contar con un reconocimiento jurídico. Por el contrario, los abolicionistas considera la prostitución una violencia contra la mujer (sin excepciones) y por lo tanto creen que debe prohibirse. Esto es lo que defiende cada partido:
PSOE
Los socialistas han impulsado la propuesta y apuestan por la abolición de la prostitución sin matices. Desde el PSOE defienden que la ley pretende perseguir penalmente el proxenetismo y multar a quienes acuden a la prostitución. "No se trata de paternalismo, se trata de derechos", ha defendido el portavoz parlamentario Héctor Gómez.
Por su parte, Adriana Lastra ha recordado que, según cifras de Interior, en España hay 45.000 mujeres explotadas sexualmente, y ha pedido acabar con la impunidad del proxenetismo: "En una democracia las mujeres ni se compran ni se venden". "La explotación sexual, el comercio con el cuerpo de las mujeres es el último residuo del sistema esclavista", ha recalcado la dirigente socialista.
Según datos de la Policía Nacional, más del 80% de las mujeres prostituidas en España lo hacen de forma forzosa.
Unidas Podemos
Unidas Podemos apoya la ley. Sin embargo, siete diputados de En Comú han votado en contra, al considerar que la ley, con un "enfoque paternalista", supone un grave retroceso en los derechos de las mujeres, según han explicado fuentes de esta formación.
Las posturas en la formación morada son diversas. Dirigentes como la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, defiende la vía regulacionista, mientras que otras como la directora del Instituto de las Mujeres, Antonia Morillas, considera la prostitución como una violencia contra la mujer.
PP
El grupo popular también respaldó la tramitación de la ley impulsada por el PSOE. Antes de la votación, la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, advirtió que el PP escucharía "las distintas posiciones de los grupos para poder comprobar si hay una voluntad de avanzar en la defensa de los derechos y libertades de las mujeres y contra la trata o de una utilización de algo tan sensible".
Los popularesse han posicionado en varias ocasiones contra la regularización de la prostitución y en 2019 apoyaron una proposición no de ley para prohibirla registrada por el PSOE.
Más Madrid
Más Madrid no apoya el texto del PSOE y su portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, ha criticado que una ley "de estas características" y "tan compleja", se haya llevado a debate al Pleno sin estar "trabajada ni consensuada con el resto de los grupos".
La formación apuesta por el regulacionismo y considera que la propuesta del PSOE busca hacer esta práctica "más clandestina" y no da "alternativas" a quien la ejerce.
Ciudadanos
Ciudadanos también ha rechazado la propuesta porque considera que pretende prohibir la prostitución "ejerza quien la ejerza", según ha explicado su portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, quien ha acusado al principal partido en el Ejecutivo de "puritanismo". Bal, ha señalado que su formación se opone "radicalmente" a la norma que, a su juicio, supone un "recorte de libertades".
Vox
Vox se ha abstenido en la votación. La formación liderada por Santiago Abascal considera que la prostitución "es un mal, no es moralmente buena ni para las personas que lo ejerce ni para los que lo consumen", pero su diputada María de la Cabeza Ruiz ha criticado que el PSOE se haya lanzado a prohibir sin ofrecer alternativas a las mujeres y sin reformar la lucha contra las mafias que trafican con inmigrantes.
PNV, EH Bildu y ERC
El bloque de investidura se ha dividido entre la abstención de PNV y EH Bildu y el 'no' de ERC.
La portavoz de ERC, Pilar Vallugera, ha denunciado la "demagogia" del PSOE al presentar esta ley sin consultar a las mujeres que se prostituyen y no atender sus necesidades: "están blanqueando sus sepulcros; son ustedes unos hipócritas".
El PVN también ha exigido una reforma de la ley de extranjería y una ley contra la trata y ha lamentado el "feminismo punitivista", mientras que EH-Bildu ha reclamado un debate amplio que distinga la trata de la prostitución ejercida libremente, la misma petición que han hecho Junts y el PDeCAT.
CUP
Por último, la CUP tampoco ha respaldado la propuesta abolicionista del PSOE. Desde la formación defienden el regulacionismo y argumentan que el trabajo sexual no es lo mismo que la trata de mujeres.
A su juicio, la norma socialista "solo habla de sanciones y de multas" y "el problema de la prostitución es mucho más complejo" que eso. Por su parte, Mireia Vehí se ha referido de forma específica a la pornografía para señalar que,el hecho de prohibirla no va a impedir que la gente la vea. En este sentido, ha explicado que, si el problema es que el sector "es patriarcal" se debería solucionar este tema, por ejemplo, "financiándolo" para que se hagan productos feministas.