El Reglamento General de Vehículos establece que todo vehículo debe ir preparado en caso de pinchazo y contar con los medios necesarios para solucionar el problema y poder reiniciar la marcha.
Además, otros elementos que deben tener todos los conductores en su vehículo, según informa la Dirección General de Tráfico (DGT), son el chaleco reflectante y los triángulos de seguridad. No contar con estos elementos de seguridad puede suponer una infracción de hasta 200 euros.
Peligros de no llevar una rueda de repuesto
No llevar una rueda de repuesto en el coche puede ser problemático en caso de una emergencia en la carretera, como un pinchazo. Algunas posibles consecuencias son:
- Quedarte varado: si sufres un pinchazo y no tienes una rueda de repuesto, podrías quedarte varado en medio de la carretera o en un lugar remoto, lo que puede ser peligroso, especialmente si estás lejos de servicios de asistencia.
- Dependencia de servicios de asistencia en carretera: en ausencia de una rueda de repuesto, probablemente tendrías que llamar a una grúa o a un servicio de asistencia en carretera para que te ayuden a remolcar el coche a un taller. Esto puede implicar esperas prolongadas y gastos adicionales.
- Inconveniencia y tiempo perdido: esperar a que llegue la ayuda puede llevarte tiempo y causarte inconvenientes. Dependiendo de dónde te encuentres y de la disponibilidad de servicios de asistencia, podrías perder mucho tiempo esperando ayuda.
- Costes adicionales: además del costo de la asistencia en carretera, es posible que debas pagar por una nueva rueda o por la reparación del neumático dañado, lo que podría resultar costoso.
Alternativas a la rueda de repuesto
Algunas opciones que puedes tener en cuenta para evitar la multa por no llevar una rueda de repuesto son:
- Rueda de repuesto 'de galleta': es una rueda de repuesto, pero más pequeña de lo habitual. Se puede usar en caso de emergencias, pero no puedes circular a más de 80 km/h, y lo recomendable es no circular más de 200 kilómetros.
- Kit antipinchazos o de reparación: estos kits inyectan una espuma reparadora por la válvula del neumático, con el fin de sellar la zona del pinchazo. Posteriormente, hay que volver a hinchar el neumático para seguir circulando. Al igual que la “galleta”, este kit está pensado para situaciones excepcionales y no como solución definitiva. Además, debes tener en cuenta que estos kits caducan a los cuatro años de su fabricación, por lo que hay que ir renovándolos con el tiempo.
- Neumáticos “run-flat”: son unas ruedas que tienen un soporte interior, que permiten rodar a unos 80 km/h y hasta 80 kilómetros como máximo sin dañar la llanta, de forma que si sufrimos un pinchazo, este soporte impide que esta se vea afectada. Esta opción permite que no necesitemos llevar en el maletero ni rueda de repuesto ni el kit de reparación.
- Neumáticos con autosellantes de pinchazos, también llamados neumáticos “Seal”: cuentan con un sistema con componentes de espuma que impiden que el vehículo deba detenerse a causa de un pinchazo, hasta un cierto límite.