El Instituto Volcanológico de Canarias asegura que en el momento en que la lava -con una temperatura superior a los 1.000ºC-y el mar -con una temperatura entorno a los 20ºC- se encuentren, se producirá un "choque térmico" que generará unas columnas (penachos) de vapor de agua "cargados con ácido clorhídrico como consecuencia del importante contenido de cloruro en el agua de mar".
Peligroso para quien se encuentre en las proximidades
Los expertos explican que dichas columnas de vapor de agua tendrán un color blanquecino y que además contienen diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava y el agua de mar.
"Estas columnas de vapor de naturaleza ácida como consecuencia de la generación de ácido clorhídrico representan un peligro local – bien delimitado- para las personas que visitan o se encuentran en la zona costera donde se produce ese encuentro entre la lava y el mar", cuentan.
Una columna menos energética que la del cono volcánico
No se trata, aseguran, "de una columna o penacho volcánico tan energético como el que tiene lugar en el cono volcánico donde se está produciendo un jet de gases volcánicos ácidos que se inyectan a la atmósfera con tanta energía que llegan a alcanzar los 5 km de altura". Por lo tanto, las columnas de vapor generadas por el encuentro entre la lava y el mar son unos penachos volcánicos menos energéticos.
"El régimen de vientos en la zona dónde se producen estos penachos volcánicos costeros contribuyen a la dispersión de estas columnas, pero el peligro que representan es muy local, en el entorno del área donde se produce el encuentro de la lava con el mar", describen, además de explicar que "la inhalación o el contacto de gases y líquidos ácidos pueden irritar la piel, los ojos y el tracto respiratorio, y puede provocar dificultades respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes.