Los contagios por Covid-19 no cesan. La retirada de las restricciones y el aumento de planes sociales con la llegada del verano, aumentan el riesgo de infección, sobre todo en los espacios cerrados con grandes aglomeraciones.
Además, estamos en vacaciones, una época en la que viajamos más y utilizamos distintos transportes para ello. En el caso del avión, el riesgo de transmisión durante el vuelo es menor que en otros lugares, ya que utilizan filtros HEPA que eliminan el 99,9% de las partículas como bacterias, hongos y virus como la Covid-19.
Las noticias sobre los aeropuertos españoles han copado las páginas de los principales medios en las últimas semanas debido a las huelgas de los trabajadores de varias compañías aéreasy las consecuentes cancelaciones de vuelos y aglomeraciones. En este contexto y con los contagios por Covid al alza, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) de España ha aprovechado para recordar que "el avión es el transporte colectivo más seguro incluso en tiempo de covid-19" y "el aire de los aviones está en permanente circulación y se renueva cada dos o tres minutos", señalan.
Probabilidades de contagio en un avión
La mayoría de casos documentados de contagios en vuelos, son del comienzo de la pandemia, en 2020, y las datos indicaron que el riesgo entonces era mínimo, teniendo en cuenta, además, que en ese momento no existía un protocolo de organización en los aeropuertos como el de ahora y tampoco había pruebas de detección del virus ni uso de mascarillas.
El riesgo de infección en un vuelo radica en la proximidad entre los pasajeros, y, tal y como explica David Powell, médico y asesor médico de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, el riesgo de contagio es 2 o 3 veces mayor con la variante Ómicron, según recoge el portal 'Business Insider'.
Además, diversos estudios sobre otros virus que se transmiten de forma similar a la Covid-19 han revelado que el mayor riesgo en un vuelo proviene de sentarse a 2 filas de una persona infectada durante más de 8 horas.
En cualquier caso, debemos recordar que la mejor forma para reducir el riesgo de contagio en espacios cerrados es ponerse la mascarilla -evitando quitárnosla para comer o beber a la vez que el pasajero del asiento de al lado–, mantener la distancia siempre que sea posible y evitar el contacto directo con alguien que no use mascarilla.