La noche del pasado sábado 15 de marzo la tragedia se cernía sobre el barrio madrileño de Palomeras, en Madrid, al conocer la muerte de cuatro jóvenes vecinos en un accidente de coche de Cantabria. Se trataba de dos chicas y dos chicos de entre 20 y 21 años que se encontraban pasando el fin de semana en la región.
Estos jóvenes se trasladaban desde un restaurante en el que habían cenado hacia la casa rural en la que se alojaban con otros cuatro amigos que viajaban en un segundo vehículo, según ha explicado la delegada del Gobierno en la comunidad autónoma, Eugenia Gómez de Diego, en una comparecencia ante los medios de comunicación.
El resto de amigos no presenció el accidente
Los amigos de los cuatro jóvenes han informado de que viajaban en otro coche que iba por detrás --aunque no cerca-- del siniestrado y que no vieron al vehículo accidentado salirse de la vía, pero "se percataron de que algo había pasado" al ver "algún objeto" del vehículo accidentado sobre la carretera que reconocieron. Así, los cuatro acompañantes del segundo turismo no fueron testigos directos del accidente.
Un mensaje de despedida
Los cadáveres de los cuatro jóvenes fueron trasladados a Madrid en la tarde noche del domingo, después de que se les realizara la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria, ubicado en Santander. Eran muy queridos en la zona, tres de ellos, Izan, Ana y Juan Ramón, participaban en la organización juvenil Krecer, una asociación sin ánimo de Lucro que interviene con la infancia, la juventud y las familias del conocido barrio obrero.
La asociación ha subido una historia a la red social Instagram lamentando la pérdida. "Hoy nos hemos despertado con una terrible y triste noticia, nuestros niños se han ido y no podemos estar más desolados, nuestro profundo cariño y apoyo para sus familias y amigos en estos duros momentos, Izan, Ana y Monchito siempre en nuestro recuerdo."
Almeida pone al Consistorio al servicio de las familias
Tras enviar a las familias y seres queridos las condolencias y el pésame en nombre del Ayuntamiento de Madrid y de todos los madrileños, el alcalde Jose Luis Martínez Almeida ha puesto el Consistorio a disposición "para cualquier cosa que puedan necesitar en momentos tan duros como los que están viviendo".
"Sería razonable que los grupos municipales pudiéramos tener algún tipo de recuerdo hacia estos cuatro jóvenes en el próximo Pleno del Ayuntamiento porque ha sido un acontecimiento trágico, dramático que cuatro jóvenes hayan perdido la vida de esa manera", ha avanzado desde la presentación del soterramiento del Paseo de la Castellana.
Tramo peligroso de carretera
El incidente mortal se produjo sobre las 22.00 horas del sábado, cuando el coche en el que viajaban se salió de la vía en el Puerto de Lunada cerca del límite con Burgos, concretamente en carretera autonómica CA-643, y se despeñó por una ladera de cerca de 300 metros de altura. El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso del accidente desde el teléfono móvil de uno de los ocupantes del vehículo siniestrado, que envió una alerta automática tras detectar el impacto, y en torno a la medianoche se localizó el vehículo.
Aunque las causas concretas del accidente se desconocen y han de investigarse, el jefe de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa, ha destacado las características de la carretera y del lugar del siniestro, además de las condiciones meteorológicas.
"Es una carretera que tiene inmediatamente un precipicio bastante pronunciado", ha señalado, antes de recordar que se produjo "una salida de vía, en tonel, dando muchas vueltas de campana" en una vía "muy estrecha" en la que "cualquier distracción" o maniobra puede provocar un accidente. Según ha abundado, había un poco de nieve, pero no eran necesarias cadenas ni otros elementos de seguridad. "No fue un problema de vialidad invernal, ni mucho menos", ha dicho el jefe de Tráfico.
No obstante, en el momento del accidente era de noche, había nevado y la carretera estaba cubierta de nieve. Además, no tenía quitamiedos, algo que los vecinos llevan tiempo pidiendo. Era una carretera vieja. La niebla y el hielo en la calzada también podrían haber influido en el desenlace del fatal siniestro.
Ante la gravedad del siniestro y la dificultad de acceso a la zona en la que se encontraba el vehículo, fue necesaria la participación de bomberos de Santander y técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria para proceder al rescate de los cuerpos, que se ha producido a las 1:25 horas, tras la autorización de la Guardia Civil, una vez certificada la muerte de sus cuatro ocupantes. El rescate se prolongó hasta las 6.00 horas ante la dificultad de acceso. Ha sido un equipo de una decena de personas el que ha realizado las maniobras tanto de excarcelación como de reporte de los cuatro fallecidos.
El Gobierno también movilizó al lugar del siniestro al equipo de psicólogos para atender a los cuatro jóvenes que viajaban en un vehículo que acompañaba al siniestrado y que resultaron ilesos, que fueron trasladados a un alojamiento rural cercano al lugar del accidente y este domingo regresaron a Madrid.