La bronquiolitis es una infección respiratoria que afecta a los bronquiolos. Suele afectar principalmente a niños menores de dos años, pero los lactantes menores de tres meses son los que tienen más riesgo de hospitalización y, entre ellos, los prematuros, según informa la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Y los síntomas que trae consigo son:
- Rinorrea (goteo nasal).
- Fiebre.
- Tos.
- Dificultad respiratoria (se marcan las costillas y se ensanchan las fosas nasales).
- Sibilancia (sonido silbante durante la respiración)
Qué secuelas puede dejar la bronquiolitis
La principa secuelas es la presencia de tapones mucosos. Esto favorece todavía más la obstrucción bronquial, y aumenta el riesgo de complicaciones respiratorias.
Hay niños o adultos que generan más tapones mucosos que otros, o tienen mayor dificultad para expulsar las secreciones. Por ello habría que adaptar el programa de rehabilitación a sus necesidades, ya que esta sería la mejor opción para conseguir estabilizar su enfermedad.
Recomendaciones para reducir complicaciones
Tanto el tratamiento farmacológico como fisioterapéutico puede combinarse con otras medidas que ayuden a potenciar el buen estado de salud y reducir posibles complicaciones en los niños que padecen bronquiolitis.
- Evitar la exposición a agentes que aumenten la agresión pulmonar, como, por ejemplo, el tabaco u otros irritantes ambientales.
- Llevar al día las vacunas de los más pequeños con el objetivo de prevenir otras patologías (fundamentalmente respiratorias).
- Mantener una alimentación adecuada, ya que son niños con mayor gasto calórico debido al compromiso respiratorio.
- Mantener limpias las vías respiratorias para evitar obstrucciones bronquiales que deriven en complicaciones mayores.
