El vitíligo es una enfermedad de la piel crónica que se caracteriza por la aparición de manchas de extensión variable y bordes irregulares en diversos áreas de la piel.
A pesar de que no es contagiosa, suele afectar de manera notable a la autoestima de aquellos que la padecen. Las máculas o manchas aparecen por la destrucción de los melanocitos, es decir, las células que producen la melanina que pigmenta la piel y el cabello.
Si bien pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, suelen ser frecuentes alrededor de zonas concretas como la boca, el ano, las axilas, las uñas, las areolas mamarias, los genitales, los codos y las rodillas. Esta afección se da especialmente en personas con enfermedades autoinmunes y afecta aproximadamente a entre el uno y el dos por ciento de la población mundial.
Un hecho bastante característico de la enfermedad es que suele dar sus primeras señales entre los 30 y los 40 años.
¿Hereditario o posible causa autoinmune?
A pesar de que actualmente se desconoce la causa concreta de esta afección, los especialistas consideran que puede ser hereditaria si hay casos de vitíligo en la familia. De hecho, puede ser precipitada por una enfermedad autoinmune como algunos trastornos de la tiroides , estrés, exposición a productos químicos industriales o una quemadura solar.
“La causa de por qué desaparecen los melanocitos o ya no sintetizan melanina tampoco se sabe, pero se cree que es una enfermedad autoinmune”, explica en una entrevista con Diario Hoyla doctora en Dermatología Paloma Ferraresi
Para Javier Ubogui, dermatólogo y director del Centro Médico Psoriahue, “algunos factores intercurrentes desencadenantes son los traumatismos, las quemaduras con agentes físicos o con el sol y factores psicoemocionales. La enfermedad se puede expresar a través de un proceso inflamatorio inmunomediado”, explica en la entrevista.
Tipos de Vitíligo
Los tipos de Vitíligo existentes son los siguientes:
- Vitíligo focal: aparecen máculas de forma aislada y reducidas en tamaño y número en cualquier localización.
- Vitíligo segmentario: se caracteriza por el hecho de que las máculas son unilaterales y suelen seguir una distribución determinada.
- Vitíligo generalizado: se trata del tipo más común. Múltiples máculas hipopigmentadas se encuentran dispersas por toda la superficie corporal, de disposición simétrica.
- Vitíligo acrofacial: afecta a partes distales y a la región facial. La forma universal es aquella en la que quedan pocas áreas corporales pigmentadas.
Tratamiento e impacto psicológico
A pesar de que el vitíligo no tiene cura, un tratamiento adecuado puede ayudar en el proceso de cambio de color, ya sea ralentizando su desarrollo o frenándolo por completo.
Javier Ubogui, comentó a lo largo de laentrevista que lo principal es frenar el proceso inflamatorio y conseguir estabilizar la progresión. Según informa, existen tratamientos con cremas o ungüentos, algunos comprimidos para frenar o modular el proceso inflamatorio.
De la misma manera, destaca la utilización de luz ultravioleta mediante una técnica que se denomina fototerapia. "Esta metodología puede aplicarse mediante diferentes dispositivos: corporal total en caso de grandes extensiones o focalizada cuando las lesiones están acotadas a algunas áreas más pequeñas”, añadió.
De hecho, en algunos casos, resulta fundamental la utilización de protectores solares debido a que los rayos de sol pueden llegar a generar quemaduras muy graves.
Además, en la actualidad existe la necesidad de abordar esta afección desde el punto de vista psicológico. Se trata de una enfermedad estigmatizante que, a nivel mundial, afecta a entre el 0,5% y el 2% de pacientes, es decir, a millones de personas.
“Está asociado con un suceso altamente significativo en la vida, con gran repercusión emocional”, contó Patricia Mirochnik, psicóloga especializada en Psicología de la Piel.
Añadiendo que, aunque muchos pacientes no comprendan cuáles fueron los gatillos emocionales que dispararon el vitíligo, la piel, además de registrar, tiene memoria.